Me encanta Vetusta Morla.
Mis días de trabajo en la biblioteca me acompañan siempre ellos. Me llevo mi portátil con los auriculares y trabajo siempre con las canciones del concierto de Murcia.
No puedo evitar moverme en la silla al ritmo de su música mientras escribo. A veces creo que desde fuera puedo parecer algo extraño. Pero una de las ventajas de ser hija de familia numerosa es que aprendes a concentrarte con ruido. Y yo puedo trabajar y escribir mientras tarareo sus letras.
He escogido «Maldita Dulzura» aunque me gustan mucho todas porque hay una estrofa que hago mía:
«Hablemos de ruina y espina
hablemos de polvo y herida
de mi miedo a las alturas
lo que quieras pero hablemos»
«Hablemos de lo que quieras, pero hablemos»
¿Soy yo sola la que adora esta frase???
Creo que tengo algo así como adicción a la comunicación. No entiendo mi vida si no me puedo comunicar. Quizás por eso tengo un blog, bueno no, que tengo 4 :-P… ¿véis como soy una adicta???
El caso es que en plena era de la información, donde comunicarse es cada vez más sencillo, donde todos tenemos un móvil para mandar mensajes a cualquier lugar … pues a pesar de todo… nos comunicamos fatal.
Leemos en las palabras del otro lo que nuestras propias ideas y pre-juicios nos dictan, y en vez de intentar descifrar con el código del que emite, nos empeñamos en hacerlo con el propio… y con facilidad entramos en una espiral de desencuentos y malentendidos.
Quizás tengo que dejar el móvil, el Ipad y el Pc y salir más a los bares… a ver si así, aunque sea a gritos para oirse por encima de la música, consigo hablar el mismo idioma que el resto. O no, pero al menos, si hay música, ya sabéis… yo feliz ♥