Cada año que empiezo un nuevo curso hay un cambio importante en mi vida. Parece que el Continuum es lo único «continuum» que hay en mi vida, porque todo lo demás es más bien «interruptus» (si me permites el mal chiste).
Mi proyecto arrancó a la vez que mi divorcio, y al parecer cada curso está marcado por una ruptura, más o menos dramática.
Igual es para compensar.
Es muy difícil vivir de forma consecuente, hoy hablaba de eso. Ser idealista o activista o política en el sentido apartidista, tiene un precio. A veces un alto precio.
Y una a veces querría ser inconsecuente y hacer lo que le apetece en el momento aunque vaya en contra de lo que crees profundamente. Pero no es posible. Porque cuando haces algo en contra de lo que eres de verdad, te sale la incoherencia por los poros. Y exhalas falsedad.
Así que sólo nos queda seguir el camino solas, mi consecuencia y yo.
Se me han juntado dos diosas a la vez en el mismo momento espacio-tiempo, en el mismo cuerpo. Y al final, como en todas las guerras civiles, entre hermanos, todos pierden.
En esta guerra no gana Hera ni Afrodita, pierden las dos, porque ambas ceden parte de su esencia.
Quiero pensar que quizás ganan también las dos, pero la verdad no lo creo. Porque como buenas diosas griegas cada una reclama su parcela sin concesiones.
Así que aunque hoy haya una ganando la batalla, en el fondo sabe que ha perdido.
Pasará el tiempo, esas noches largas y esos años cortos, y quién sabe a quién tendremos cerca cuando mi tiempo sea más mío.
Y quién sabe a quién tendrás tú. O si por tener más tiempo, has tenido menos…
No hay nada seguro, salvo lo que uno elige hacer en cada momento.
La vida es elegir, decidir, el amor es una decisión. Aunque a veces hay que compaginarla con otras elecciones y otros amores.
Con el tiempo me he dado cuenta de que valen más los contados momentos de verdad que la eternidad vivida en un continuo futuro incierto, que al final es mentira.
Y yo he tenido momentos de verdad. Mucha verdad. Seguramente demasiada verdad.
Pero así soy yo. En el fondo creo que me va el drama.
Debe ser agradable vivir una gran pasión de forma estable… yo no lo he conseguido nunca. Siempre he tenido que elegir entre una cosa u otra. Hoy también.
Pero al menos, elegí.
No todos se atreven a decir lo mismo.