Hace unas semanas emocionada como estaba con la fotografía y el autorretrato quise lanzarme a hacer un 365, o lo que es lo mismo, a publicar una foto al día durante un año.
Lo hice más de un mes, pero diferentes circunstancias me hicieron parar.
Me quedé sin la cámara que me prestaron y estuve un tiempo hasta que compré la mía.
Como no tengo ninguna experiencia previa en fotografía, me apetece ir aprendiendo y experimentando, con lo que quiero yo de la fotografía.
He decidido no ponerme plazos ni días. Y he decidido además que algunas fotos serán solo para mí.
Me sigue fascinando el retrato y la capacidad de la fotografía para expresar mucho más de lo que se ve… Y ahora creo que me ha picado el gusanillo de mirar a la gente de otro modo.
Siempre dije que me fascina la gente, los desconocidos de los que oyes conversaciones por la calle o en un bar sin querer. Debo ser algo voyeur pero me gusta estar quieta en un lugar y mirar, observar, imaginar la vida detrás de lo que se ve y de lo que no se ve. Componer en mi cabeza una historia a raíz de las frases que oigo…
Creo que me veo no solo retratándome yo y lo que quiero expresar, sino retratando a otros, a gente anónima. No buscando la belleza de la foto, o la calidad técnica, sino la expresión o la reacción. No busco agradar, nunca lo he hecho… creo que soy demasiado provocadora para hacer solo lo políticamente correcto. Así que intento compaginar ese deseo irrefrenable con mi sentido común… OS invito acompañarme si queréis en este viaje en imágenes, igual que antes me habéis acompañado en el viaje con palabras.