Seleccionar página

Gracias a tod@s. Gracias Azucena ♥

¿Cuántas veces al día decimos «gracias»?

Seguramente muchas porque nos educaron muy bien.

Si alguien nos cede el paso, si nos dan una indicación en la calle, a la tendera que nos vende el pan, a nuestros hijos cuando nos traen algo que les pedimos.

Pero ¿y esas otras gracias? ¿Esas que se dan desde el fondo del alma  y que va más allá  de una simple fórmula de cortesía?
Dice el refrán:

«Es de bien nacidos, ser agradecido»

Así que quiero agradecer a todas las asistentes a mis talleres  su confianza, sus  testimonios, públicos o privados, sus ánimos a seguir con este trabajo porque en muchos casos ha supuesto un antes y un después en muchos aspectos. Agradecer que lo recomienden a sus amigas, que lo compartan en sus blogs y redes sociales, que hagan boca a boca… porque al final eso hace que yo pueda dedicarme a ellos. A que sigan creciendo en contenidos y a presentarlos de una forma amena, divertida, interesante y  práctica.

Este post es para tod@s vosotr@s (que también hay algún hombre 😉 ), pero especialmente para una persona.

En esta ocasión voy a agradecerle personalmente a Azucena Caballero su gran generosidad.
Much@s la conocéis. Es la persona al frente de Educarpetas y de otros proyectos de éxito como la Pedagogía Blanca y Mujeres Empoderadas.

Es coaching de muchas mujeres a las que conozco y quiero. Ha ayudado a lanzar, enfocar  y mejorar las carreras de personas con grandes talentos.

Y yo, no soy clienta suya.

Y aún así siempre ha sido una persona generosa en extremo conmigo. Me ha demostrado cariño y confianza. Pagó mi taller, lo hizo, lo recomendó y sigue recomendando. Fue de las primeras en mandarme su testimonio y en recomendarme que pusiera ese apartado en mi web.

En un medio donde parece que hay que dar todo gratis o cobrar cada palabra, algunas intentamos que el sentido común prime en nuestras vidas.
Una frase de Azucena que repetimos mucho es: «si no es tu clienta ni tu amiga, ignórala». Y tiene razón.
Yo no era su clienta, pero me ha demostrado ser muy buena amiga.

Al final nuestros caminos se entrecruzan y el equipo de formación Continuum, quisimos que nuestras alumnas pertenecieran a su comunidad Educarpetas, ella quiso hacer mi taller y dejarse asesorar por mi . Y de nuestra relación surgen cosas tan interesantes como estas.

Tras un tiempo del taller y una vez implementados algunos consejos, Azucena me regala este nuevo testimonio que os comparto:

» Darme el permiso para realizar el taller «Sácate Partido» con Nohemi Hervada y tomármelo en serio e ir implementando pequeños cambios cotidianos en mis rutinas para incluir el cuidado de mi piel, mi aspecto, mi ropa, etc, ha sido uno de los factores determinantes para profundizar en mi autoconocimiento, fomentar mi autoconfianza y sentirme mejor conmigo a misma a niveles muy distintos. Los cambios positivos han sido múltiples, desde mi imagen profesional, hasta la percepción de mí que tengo yo misma. Nohemí en sus talleres no solo da herramientas prácticas para que cuides tu exterior, si no que sobretodo te da pautas y conocimientos que te ayudan a cuidar tu interior, a empoderarte y a embellecerte desde dentro, desde donde nace la auténtica belleza.
Recomiendo a cualquier mujer que desee tener el control de su vida en todas sus facetas que aproveche la sabiduría de Nohemi y que se apunte a un taller, porque es verdaderamente transformador y mejora tu vida.»

Azucena Caballero.

«Fuiste tú»-Ricardo Arjona y Gaby Moreno

Esta semana he recordado a mi madre y alguien me ha recordado hoy a mí esta canción.
A ella le gustaba mucho Ricardo Arjona.

Y a mi me gustaría que esto fuera solo una canción más..

Fuiste tú, 
Tenerte fue una foto tuya puesta en mi cartera, 
un beso y verte hacer pequeño por la carretera. 
Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía, 
lo mío fue aceptarlo todo porque te quería. 
Verte llegar fue luz, verte partir un blues. 

Fuiste tú, 
de más está decir que sobra decir tantas cosas, 
o aprendes a querer la espina o no aceptes rosas. 
Jamás te dije una mentira o te inventé un chantaje, 
las nubes grises también forman parte del paisaje. 
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí… 
Fuiste tú. 

(Coro) 
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, 
cuando los besos fueron el motor de arranque, 
que encendió la luz que hoy se desaparece. 

Así se disfraza el amor para su conveniencia, 
aceptando todo sin hacer preguntas, 
y dejando al tiempo la estocada a muerte. 
Nada más que decir, 
sólo queda insistir… 
Dilo…. 

Fuiste tú, 
la luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansada, 
me ha visto caminar descalza por la madrugada. 
Estoy en medio del que soy y del que tú quisieras, 
queriendo despertar pensando como no quisiera. 
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí… 
Fuiste tú. 

(Coro) 
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, 
cuando los besos fueron el motor de arranque, 
que encendió la luz que hoy se desaparece. 

Así se disfraza el amor para su conveniencia, 
aceptando todo sin hacer preguntas, 
y dejando al tiempo la estocada a muerte. 
Nada más que decir, 
sólo queda insistir… 

(Coro) 
Que fácil fue tocar el cielo la primera vez, 
cuando los besos fueron el motor de arranque, 
que encendió la luz que hoy se desaparece. 

Así se disfraza el amor para su conveniencia, 
aceptando todo sin hacer preguntas, 
y dejando al tiempo la estocada a muerte. 
Nada más que decir, 
si quieres insistir… 
Fuiste tú.

¿Solomon o Salomón?

Antes de leer mi post por favor entrad en este enlace y leed este artículo:

«La envidia y el síndrome de Solomon»


Al leer esa noticia todos estamos casi seguros de ser el que se mantenía firme en su visión a pesar de lo que les oye a los demás… pero la prueba es que la mayoría es influída por ese miedo a ser diferente, a ser el centro de atención, a ser la nota discordante.

Ese artículo me ha llegado en el momento justo. No para animarme a ser la nota discordante… os aseguro que lo traigo de serie…. a veces creo que la «h» intercalada de ni nombre fue el comienzo, el primer paso para no ser forzosamente como el resto.

Imagen tomada del artículo original de El País

Me llega en el momento justo porque justo estos días pasados tomé la decisión de ajustar mi trabajo para adecuarlo más a mis necesidades y objetivos.

Si leísteis el post «Está la cosa chunga» ya sabéis de qué hablo. ( Y si no… a leerlo 😉 ).
Esta semana le confesaba a una amiga que de pronto me di cuenta de que personas a las que no aprecio, sino que quiero, no me han dicho ni un solo comentario bueno sobre mi trabajo, sobre mis nuevos proyectos, sobre haber creado, lanzado y puesto en marcha un proyecto de formación pionero en nuestro país, y me atrevería a decir que en el mundo.  Que entiendo que pueda no gustarles, pero que yo si veo a alguien que quiero conseguir sus metas, me alegro por él.

Algunos de mis trabajos «nuevos» han chirriado en algunos sectores, no les parece igual lo suficientemente serio ni interesante, ni feminista, ni qué sé yo. Eso lo entiendo. Aunque luego me choca que fuera de la galería sí me pidan opinión relacionada o incluso un taller privado.

Esto me hizo un «click» en mi mente.
Primero el click de preguntarme ¿por qué me afectaba? ¿por qué estuve unos días de mal humor, incluso triste?

Pensé que igual era mi ego, que como siempre digo, seguramente no lo tengo tan a raya como debiera.

Pero en este caso no era mi ego ( o no en su totalidad), era mi corazón.
Empecé a decirme que es normal que la gente en general pase de lo que hacemos… pero siendo sincera, la gente no pasa de mi. Soy afortunada, mis trabajos tienen respuesta, la gente los compra y lo mejor es que después están contentas con esa inversión. No me siento una vendedora de humo.
Por cierto al hilo de esto un inciso, que justo hace dos noches alguien me escribió acusándome de lo peor por dar poca información de mis talleres. Yo le dije que la gente  a veces paga mucho más por ir a una obra de teatro y tampoco saben de qué va o si les gustará. Que yo he explicado lo que creo necesario   y que tienen la opinión de los testimonios de quienes ya han asisitido… Y que cada uno vende lo que quiere y como quiere…
Su respuesta: soy una charlatana. Mi respuesta a eso: ninguna. Vale más mi tiempo. Y yo no obligo a nadie a verme ni a oirme ni a comprarme.

Como decía, me siento dichosa de tener mucha gente que me aprecia, mucha más que la que me desprecia… entonces… ¿por qué me sentía tan mal?

La respuesta es sencilla: porque las quiero.

Cuando quieres a alguien seguimos siendo como niños esperando aprobación. Queremos que nuestros amigos lloren con nuestras penas… y  que también se alegren con nuestras alegrías. Y en estas últimas semanas, me he dado cuenta de que si tenemos poca costumbre de llorar con los que lloran… aún tenemos menos de alegrarnos con los que les va bien.

Segundo: el click de darme cuenta de  hacia donde tengo yo que seguir trabajándome mis propias historias.

Esta semana en la formación Continuum contamos con un experto en marketing, Carlos Cano,  que escogió esta frase como slogan de su participación:

«No hay que temer la competencia sino la incompetencia propia»

 Y cuanto más la leo más de acuerdo estoy..

De hecho me voy a atrever a versionarla y a decir que :

«Cuando vea a alguien que tiene éxito, si no me alegro, mala señal»

O buena señal, que todo es relativo. Igual me da las pistas de hacia dónde tengo que seguir trabajando… que no es poco.

Lo positivo es que todo lo que nos acontece nos enseña qué personas son las adecuadas para acompañarnos en cada parte del camino. Del mismo modo que hay una herramienta para cada trabajo, hay personas para cada momento.
Yo en este momento tengo la dicha de trabajar con las que yo he elegido y creedme que no hay dicha mayor.
Somos competencia, nos dedicamos la mayoría a cosas relacionadas,  por separado somos buenas… pero ¿sabéis qué?

Que juntas somos increíbles

Y nos va bien

Y tenemos éxito

Y yo me he librado al menos un rato del complejo de Solomon y no me importa decirlo.
Dejo la falsa modestia para quien se deje engañar por ella.

Y he preferido escuchar a otro Solomon… el rey Salomón, que hace miles de años ya dijo:
«No hay nada mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno. «(Eclesiastés 2:24)La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)

 

Y para teminar un apunte sobre el post del otro día… para que mis detractores vean que acepto las críticas. Que yo cobre por mi trabajo no significa que no tenga en consideración que hay gente que de verdad no está en situación de gastar ni 1€. Desde el principio de empezar a cobrar mi trabajo ofrecí la posibilidad de un trueque por otros trabajos. Esa oferta la he mantenido SIEMPRE.  Siempre comento que si alguien de verdad quiere o necesita hacerlos no puede pagar que me escriba. No regalo mis talleres salvo si quiero, porque eso no contribuye a que las personas en situación precaria mejoren. Les acepto el compromiso de pagarlo cuando puedan ( no les pongo fecha, nunca lo he hecho) o de hacer trueque.
Y no voy a volver a comentar más sobre este asunto.
Sed felices.♥♥♥

 

«Dedicado a mis compañeras de camino: Carol, Elena, Merce, Trini y Vega.»

Por IOANA ♥

Quienes me seguís en el blog Mimos y Teta quizás recordáis esta entrada:

«Eso siempre le pasa a otras…¿o no?»

Hoy empezaba el juicio al asesino de Ioana, que por si no lo sabéis era hermana de mi cuñada.
Vivo muy lejos, así que no he podido acompañarla a ella y a mi hermano, así que veo la noticia de la TV por internet  y me pongo enferma.

Me pongo mala por ver a mi hermano lleno de dolor y rabia, porque este hombre mató a su mujer, dejó huérfanos a dos niños y a una familia llorando algo que nunca van a recuperar.

Porque además este hombre tiene la poca vergüenza de poner pegas a que los abuelos maternos tengan la custodia de los niños.

Y Me pongo mala cuando oigo que dicen que no fue premeditado y que  piden que sea homicidio y no asesinato.

Sé que es trabajo de la defensa buscar «lo mejor» para su cliente, pero creo que es trabajo de toda la sociedad pedir justicia y decir  BASTA.

Como comenté en mi artículo, nunca creemos que esto nos puede pasar, no a nosotras, no a nuestras hermanas, madres, amigas… pero pasa, sigue pasando.

Cuando trabajo con mujeres para que entiendan que no podemos permitir faltas de respeto, no es vano, ni frívolo, ni una moda.

Las mujeres siguen muriendo  a manos de hombres

a quienes ellas mismas abren las puertas

Empoderarse es algo más que una moda o un slogan. Es un cambio de actitud, en cosas pequeñas y en cosas grandes. Quien aprende a pararle los pies a alguien que cree tener autoridad sobre ella aprende a posicionarse, a no permitir NUNCA que le falten al respeto. A saber cuándo se cruza la linea que muestra que esa persona va a seguir atropellándote.
Quien te falta al respeto una vez lo hará más.

 

Trabajemos por mostrar a nuestras hijas, hijos, hermanas, hermanos, que no hay que tolerar NUNCA que nos falten al respeto, EN NADA.

Un «NO» a tiempo, puede ser la diferencia

Para Ioana es tarde… las demás estamos a tiempo.

No te olvidamos Ioana

Si conoces alguna mujer en situación de riesgo que creas que le puede ayudar hacer el taller conmigo dile que me escriba o me llame, aunque no pueda pagarlo.

nohemihervada@gmail.com

«Está la cosa chunga»

Esta semana he enviado por facebook algunas invitaciones del evento que creé para uno de mis talleres on line.
Suelo compartir todo lo que me llega y veo interesante aunque yo no lo haga (casi siempre me limita la  distancia geográfica). Al enviar las invitaciones pensaba en que mis contactos se enteraran del evento, que se inscribieran si les apetecía y que compartieran si les parecía interesante para llegar a más personas.

Dejando al margen de lo que significa que muchos de tus «amigos» no compartan tus propuestas, quería reflexionar sobre unos cuantos comentarios que me llegaron sobre la imposibilidad de hacer el taller  por una cuestión económica.

Ya hace unos meses escribí en mi blog sobre «El Verdader Valor de las Cosas», mostrando cómo a veces invertir 30€ ,40€ o  60€,  puede suponernos, si lo hacemos con cabeza, un ahorro de esa cantidad multiplicada por 100 o más. Y no  exagero.
Si pagando una asesoría de lactancia, consigo establecer con éxito esta misma, ¿cuánto ahorro me supondrá en la alimentación y cuidado de mi bebé?  ¿Somos conscientes? ¿ O como la leche artificial la pagamos de poco en poco no nos damos cuenta? ¿Cuánto estamos dispuestos a invertir en la acción que más influencia va a tener en la salud presente y futura de nuestros  hijos?

Algo parecido pasa con invertir en un taller de desarrollo personal donde no pasamos un buen rato y ya está..aunque tampoco eso es digno de desmerecimiento pues yo he pagado entradas de más de 60€ en algún parque temático solo para ver animales encerrados 🙁 o para pasar el día visitando atracciones  sin que eso deje una huella profunda en el resto de mi vida.

TODO ES RELATIVO

Tras un año de trabajar con personas en mis talleres si algo he visto es que tienen más valor del que yo misma le daba. Cuando me envían sus testimonios y me cuentan cómo les influyó en su vida, cómo les sirvió para analizar su realidad, darse cuenta de en qué puntos tenían que cambiar y cómo hacerlo, cuando me comentan que hubo un antes y un después en muchos aspectos, en lo personal, en lo laboral, en lo emocional… Pues ¿qué valor le damos a eso?

¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por tener las herramientas que te permitan ser como quieres?

Y hablando de temas más puramente prácticos:
¿Cuántas veces te has comprado ropa a la que luego no le has sacado partido?

Si un traje me cuesta 100€ y me lo pongo 100 veces, el costo es de 1€ por cada puesta, pero si me compro uno de 30€ y me lo pongo solo 10 veces, el coste es de 3€ por puesta… ¿con cuál he ahorrado más?

Tenemos que ser perspicaces y distinguir entre gastos e inversiones.

Si un taller te da claves para saber cómo potenciar lo que tienes y cómo no boicotearlo, te aseguro que ahorras no solo en tiempo, sino en dinero.
Si piensas en que cuidar todo lo que implica tu imagen puede ser la llave a un trabajo que deseas, a una venta que quieres hacer, lo que haga que la balanza se incline por ti y no por tu competencia… ¿te parece frívolo ahora ese tema?

A mi desde luego no, y cada vez más personas se dan cuenta y dejan sus prejuicios de lado y toman acción para mejorar sus vidas, en todos los aspectos.

 

Por todo esto he decidido cambiar mi forma de trabajo, porque yo sí le doy valor a lo que hago y al resultado de lo que ofrezco .
El próximo taller «Sácate Partido» on line del 24 de mayo será el último en directo con un coste de 30€.
Después quienes estéis interesados en él  o en el «Empodérate» podréis acceder por 50€ a la grabación de uno u otro. Con la comodidad que eso supone de elegir lugar y hora para disfrutarlo.

A partir de ahora voy a ofrecer, no dos talleres separados, sino seminarios completos de desarrollo personal uniendo los dos talleres más otras cosas que estoy preparando.
Mi idea es ofrecer un día completo de trabajo en grupo. Con opción a  ampliarlo a medio día más de consultorías conmigo.

IMG_8561

Yo no trabajo ofreciendo un temario que está disponible en cualquier web que trate estos temas y un diploma que acredite que eres tal o cual cosa. Yo trabajo para que seas TÚ la que hace el proceso de plantearte dónde estás, cómo estás, si realmente vives como quieres y en caso de querer, te ayudo con claves para tomar acción y cambiar.

Por mucho menos de lo que gastamos en una TV  este seminario es una inversión en lo más valioso que tienes… en ti misma.

Cuanto peor está la cosa, cuanto «más chunga»,
mejor momento para tomar acciones decisivas que sean
un punto de inflexión en nuestra vida.

En la Agenda iré poniendo datos de lugares y fechas.
Si tenéis más preguntas podéis escribirme a nohemihervada@gmail.com

 

Si estás interesado en organizar este seminario en tu local o grupo, si quieres implementarlo a la formación que ofreces, contacta conmigo.

«Scream and Shout»- Will.I.am & Britney Spears

Todos alguna vez tenemos ganas de gritar y gritar y tirarlo todo no?

Pues cuando tengas un  día de esos, hazlo!!
Yo en vez de gritar, como vivo en una urbanización y no quiero que mis vecinos piensen que estoy peor de lo que estoy en realidad, lo que hago es ponerme música alta y cantar…
Así que os dejo esta que es una de las que más me gustan de mis clases de aerobic ( cuando voy 🙁 ):
No dejéis de cantar en voz alta… es terapeútico… soltáis energía, y si encima bailáis mejor que mejor.

Yo esta semana necesitaba algo de ritmo tras una semana de bajón… así que a gritar, a gritar a bailar… y recordad…

«All eyes on us»

Otro abril que acabó

Copio también en este blog el post dedicado a Altair:
«Siempre me gustó abril, porque es el mes en que nací e imagino que eso influye.

Me gustaba el mes, anunciando la cercanía del calor y me gustaba el nombre: «abril», corto, sonoro…

Me gustaba…

Porque desde el 2009 ya no me gusta tanto.

En abril despedimos a Altair de la vida, y despidiendo el mes, como ayer, hace ya  4 años, despedíamos su cuerpo.

Desde entonces, cada año he escrito algo para ella, porque como dice la canción, si bien «no prometí encender en su día especial una vela», sí prometí tenerla presente, yo, su padre, sus hermanos… y dedicarle un pequeño homenaje escrito.

Este año me parece que la despedida es aún mayor.

Querida hija:

Este año ha sido un año de grandes, profundos e importantes cambios en nuestras vidas.

Con decisiones que afectan a gente que quiero y que te quiere.

Con muchas despedidas y adioses.

Parece que mi vida es despedir más que recibir… pero no es cierto.
Lo que pasa es que la gente que no dejó huella ni la noto irse,

Pero cuando despido a alguien que me importa lo hago siempre con añoranza de los momentos pasados.

Aunque la despedida la provoque yo.

Difícil de entender verdad?

Sí, así es tu madre.
En mi deseo de ser coherente a veces caigo justo en lo contrario…  no es fácil

Este otro año sin ti mamá ha conocido a muchos otros padres de bebé como tú.

En algunos casos, mi experiencia contigo, todo lo que aprendí de ti, por ti y a través de ti, ha ayudado un poco a pasar por el trance amargo de despedirles.

No hay consuelo ninguno para los padres.

Eso es lo primero que me enseñaste.

Es como estar en una tormenta en medio del oceáno.

Es imposible para otro humano parar la tormenta.

Es imposible para nosotros dirigir un barco que no es nuestro.

Pero sí podemos como el faro en la costa, a lo lejos, iluminar un poco y dar esperanza de que la tierra firme está.

A veces muy lejos aún

Habrá que batallar fuerte con las emociones que nos golperán como esas olas rabiosas

Pero saber hacia dónde dirigirse da fuerzas y ayuda a no caer en la desesperanza

Podemos sucumbir a la tormenta o atravesarla.

Gracias a ti y a otros muchos como tú cada vez hay más faros de luz en más lugares.

Gracias mi querida estrella

Por ti, por bebés como Airam y por tantos otros…

GRACIAS

 

Dedicado a Altair, Airam y a sus padres Noemí y Jorge

«Diamonds»-Rihanna

No habéis tenido a veces la sensación como de abstraeros de lo que ocurre en realidad para sentir paz en medio de una tormenta?

Eso es lo que me transmite esta canción.

Estos últimos días han sido  algo turbulentos.

Muchas cosas que compaginar, mucha energía fluyendo hacia otras personas, poco espacio para mi misma… y abril  que siempre es un mes difícil para mi.

Emociones viejas y emociones nuevas. Amores que perduran, amores que se transforman y amores nuevos.

Y en todo eso, en ese torbellino emocional… a veces respiro hondo y busco una melodía que me haga sentir en calma…

Y que me recuerde que todos somos bellos, como diamantes en el cielo… tú lo eres y yo también.

Parole, parole, parole…

¿Qué pensáis de las palabras?
¿Son una mera herramienta de transmisión de información?
¿O verdaderamente tienen más poder?

Estas palabras las conozco desde hace mucho, desde mi infancia:

Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación.” (Salomón-Proverbios 12:18.)

Y uno siempre pensaba que era algo figurativo, que el mensaje tras las palabras hirientes era lo que hacía daño,  y que por el contrario, cuando alguien sabio nos hablaba podía reconfortarnos «el alma» y curarnos en cierto sentido figurado.

Pero resulta que Salomón sin duda era sabio porque ahora la ciencia nos dice que las palabras en sí mismas tienen poder, para dañar o para sanar. Que influyen en nuestras emociones más profundas, en los patrones de nuestro cerebro, a nivel neurobiológico, que influirán en nuestras respuestas futuras a situaciones determinadas.
En el coaching nos enseñan a cuidar nuestro lenguaje pues puede ser limitante o todo lo contrario. Oír  ( de nosotros mismos o de otros) la expresión: «no puedes» puede ser una profecía. Pero del mismo modo, podemos  invertir el proceso y verbalizar lo que queremos conseguir: » puedo…».

Trabajar ese aspecto con una misma es cuestión de decisión, de empezar y cambiar actitudes. Pero  ¿ y cuando estamos rodeados de personas negativas? ¿cuando es nuestro entorno más cercano el que se empeña en ponernos trabas y minarnos la moral?

 

Pues resolvamos no escuchar.

Dejarles  que sus palabras lleguen a nuestros oídos es darles ventaja.

Educa a tu entorno y diles con amabilidad pero con firmeza que no te gusta que te hablen así y que no vas a permitir comentarios negativos .
Cambia el rumbo de la conversación preguntando por cualquier otra cosa no relacionada, a ser posible agradable para ambas partes.
Recuerda que las únicas armas que poseen realmente contra ti son palabras, si no las pronuncian no existen. *

Y no olvides empezar a practicar el hablar en positivo

*Si necesitas más herramientas para enfrentarse a estas situaciones apúntate al próximo Taller Empodérate

nohemihervada@gmail.com

I can… You can!

Habrá quien crea que es el típico mensajito de libro de autoayuda… pero lo cierto es que el primer paso para conseguir algo es creer que somos capaces.

Como sociedad estamos carentes de empoderamiento y las mujeres aún vamos un escalón  (como poco) por detrás, por eso disponer de herramientas para empezar a recuperar el control  y tomar nuestras propias  decisiones puede ser el primer paso para conseguir lograr aquello que nos proponemos.

En el Taller «Empodérate» trabajamos algunas de estas herramientas… y están dando resultado…

¡¡¡Tú también puedes!!!

 

Empodérate

 

Gracias a Miss Selka  por el diseño

No os perdáis su web con un montón de cosas originales listas para llevar y no dudéis en encargarle el diseño de vuestro logo, imagen, avatar… lo que queráis ♥

 

Logo_missSelka_banner-01

 

Ellas opinan…

… del taller «Sácate Partido» .

» ¿SÁCARME PARTIDO? Si yo era de las que ni miraba los escaparates por no verme reflejada.

Llevo unas semanas queriendo escribir sobre el Taller “Sácate Partido” que imparte Nohemi Hervada, con excusas como: tengo que pensarlo bien, ahora no tengo tiempo, luego me siento y en un rato lo hago… pero en el fondo, llevo unas semanas acordándome de Noe y sus enseñanzas a cada rato y lo que es mejor, poniéndolas en práctica con los pequeños grandes gestos del día a día- un ponte rímel nena que tú lo vales – y solo me cabe decir GRACIAS, infinitas gracias por tocar el interruptor que ha hecho saltar el resorte para re-descubrir que con poco que haga por estar mejor… gano en confianza y seguridad, esa que hace tiempo – mucho tiempo – tenía dormida, escondida y apartada. Ahora me gusto y me acepto y sobre todo me quiero y son esos pequeñas-grandes detalles que hacen la diferencia… ponte brillo y saca tu mejor sonrisa. Agradecida y feliz.

Hace años que no me veo… mi físico no acompaña a la idea que mi cabeza y mi mente tienen de mí. La edad, los kilos y supongo que la simbiosis de ambas se tradujo en no me quiero ni ver… La vida, el corre corre, el trabajar en casa… y poco tiempo libre… se van uniendo a dejarte llevar, llegando a un punto en el que la imagen que veía no me gustaba, no me reconocía y por lo tanto evitaba.
Hoy después de varias semanas… ya un mes de buenas prácticas y maneras ! he tenido un recaída… si sí… me han dado las 12 y las prisas, el que no llego, tiene que estar antes de las X para que llegue a tiempo… me olvidé de mí. Y cuando me he visto en el espejo, he vuelto a ver a aquella que no me gustaba… y ufff rápidamente me he re-compuesto me he acorado de Noe y sus tips de “belleza“ y me he dicho, de hoy no pasa… me arreglo un poco, me siento y lo pongo por escrito…

GRACIAS, infinitas gracias por tocar el interruptor que me ha hecho saltar y ganar en confianza y seguridad.
Altamente recomendable, por hacernos pensar, por lo bien enfocado y dirigido, por compartir con otras mujeres casi los mismas manías, rarezas… y sobre todo por no frivolizar sobre la belleza y los estereotipos que nos venden… porque está claro que todos TODOS, necesitamos de la belleza como del amor y eso me hace pensar lo importante que es no solo estar bien por y para los demás pero sobre todo por y para nosotras mismas.
Si tienes la oportunidad… no la dejes escapar… VALE MERECIDAMENTE LA PENA…y esto me lleva a pensar en otro de sus post – El verdadero valor de las cosas – venía a resumir algo así como, invertir en ti, es la mejor inversión. SÁCATE PARTIDO… yo ya lo hago.»

Maica Luis
Fotógrafa

«Recientemente he participado en el taller online de Nohemí de «Sácate partido» y fue una experiencia muy positiva que me ayudó a quitarme la pereza, a ocuparme más de mi misma y a eliminar prejuicios sobre la belleza, armonía y feminidad. Antes de tener a mi hijo Samael, hace ya 7 años, era ejecutiva y tenía un amplio armario, cosméticos y complementos. Después cambié voluntariamente de vida, de talla -involuntariamente- y de filosofía de vida y crianza, y cuidarme yo y mi imagen quedaron relegados en el sótano. Nohemí me ha hecho recordar que feminidad, practicidad, «progresismo» y autoestima van de la mano, que nos han mentido mucho en estos aspectos y que con poco tiempo dedicado a vernos mejor nosotras podemos ganar mucho. Además, hice el curso con unas amigas de otras provincias y fue un viernes por la noche estupendo, con una copa de champagne hubiese sido la leche Gracias Nohemí por sacar a la Miss XL y alternativa que llevo dentro

Bss»

Can Men
El Blog Alternativo

 «Hace algunas semanas participé en el curso «Sácate partido» de Nohemi Hervada. Debo recomendarlo porque es divertido, útil y una buena manera de pasar el rato. Lo recomiendo para que recordemos que nuestro aspecto es más que una cuestión estética, es también una forma de comunicación. Nohemi sabe guiar el curso con soltura, profesionalidad y mucho sentido del humor. Es una buenísima manera de pasar un rato entre amigas.»

Mónica Felipe Larralde
Estudios sobre el útero

» Con este taller he dedicado un tiempo a mi cuerpo, a mi físico, algo relegado al último rincón de mi vida estos últimos 7 años. Nohemí me ha recordado que lo primero que ve de mí la gente que me rodea es mi cuerpo y que si quiero dar una buena impresión de la María de dentro tengo que reflejarla en la María de fuera, cuidándola y mimándola para que ofrezca el aspecto saludable y hermoso que puede reflejar cuando la mimas.»

María Berrozpe
Sueñoinfantil

 

 

» (…) El taller de Nohemí me ha llevado a la conclusión de que arreglarse para resaltar lo mejor que cada uno tenemos no es una frivolidad, sino casi una necesidad. Porque todos necesitamos belleza, igual que necesitamos bondad. No el concepto de belleza estereotipada que nos venden en los medios, pero sí belleza. Armonía. Eso pasa por una buena salud, y un buen aspecto. Podemos  ser muy buenas personas, pero lo que otros perciben de nosotros a través de la imagen es mucho y muy importante también. Y lo que percibimos nosotros acerca de nosotros mismos! Qué importante para quienes trabajan o pasamos mucho tiempo en casa, quitarse el pijama,  y tener aunque sea un mini ritual de cuidado…

 
Otra de las razones por la que en los últimos tiempos he renegado aún más de la cosmética es porque no soporto echarme potingues con montones de tóxicos.  Uso pastilla lo más ecológica y artesana posible, e igual con el champú, el dentífrico, el desodorante… mi excusa para no echarme cremas era no ponerme mierdas, pero eso, era una excusa, porque hoy existen buenas alternativas limpias y respetuosas con el cuerpo. Así que he hecho una pequeña primera inversión y he comenzado por lo más difícil para mí: el hábito  cuando sólo tenía un maravilloso cacao de labios hecho por una amiga, empecé a dármelo cada noche, antes de acostarme. Cuando tuve mi nueva hidratante, también. Y así, poco a poco, espero ir poniendo en práctica los consejos que saqué del taller.
 
Y comprendí que este cuidado no es sexista, ni exclusivo de las mujeres. Querer destacar lo mejor de uno mismo no tiene sexo.  Comprendí que el cuidado, y el mimo para con una misma no tienen que ver con la obsesión ni por la moda, ni por la delgadez, ni por la estética, que es lo que verdaderamente tiraniza a las mujeres y las vacía de contenido.
 
Y desde aquí, finalmente, quiero volver a agradecerte Nohe que me animaras a participar, porque esta reflexión me hacía mucha falta ;) ”
Carolina  Garcinuño

 

La mamá de Mateo

 

 

Si quieres leer mas opiniones pincha aquí .


Y
si quieres ver en qué te puede ayudar a ti, inscríbete en el próximo: nohemihervada@gmail.com

Usamos la misma expresión…. pero con enfoques sin duda diferentes 😉

¿Quién da el primer paso?

Hace tiempo alguien le planteó esta pregunta a un auditorio:

-«En caso de conflicto en una relación,

¿quién da el primer paso para solucionarlo?»

Los asistentes empezaron a responder:

-«El que lo comenzó»

-«El otro»

-«El hombre

-«La mujer»

-«El culpable»

-«El ofendido»

etc…

¿Qué pensáis vosotros?

Independientemente de que cada situación es única, dada entre personas únicas y que generalizar  suele ser estúpido,  nuestra respuesta ya nos da una pista sobre nuestra propia forma de tratar los asuntos.
Si eres mujer y respondes : «el hombre», ya se atisba cómo van las cosas con tu pareja ( y viceversa)
Si eres de los que contesta: » el culpable», lo mismo.
Cuando hay un conflicto, por lo general, ambas partes creen tener razón, así que  ese tipo de respuestas no sirven.

¿Cómo esperar que el culpable ( el otro) dé el primer paso

si él piensa que el culpable eres tú?

En esa espiral el argumento de que actúe el que causó el daño no sirve para restaurar lo perdido.

Si te crees con la razón, y eso te impide dar el primer paso, habrás ganado la batalla ( en tu ego solo) y serás como el rey de El Principito, ganador, con el poder,  pero solo.

 

Y por definición, un rey (  o un ganador) solo, no es nada.

Así que, si eres una persona orgullosa, criada como casi todos en la idea de: «quien la hace la paga», y esperas que sean los demás los que muevan ficha, ten cuidado.
Encontrarás a gente dispuesta a hacerlo, y eso solo hará que alimentar más tu ego y tu decisión de esperar siempre que sea el otro el que se «rebaje» Y pasará que quizás un día, la persona que más te importe no lo haga, y sencillamente la pierdas. La pierdas por puro orgullo convertido en estupidez. Porque así es como vemos al rey del cuento: un estúpido.

La respuesta entonces sigue sin ser clara. ¿Quién da el primer paso?

El conferenciante contestó:

-«El más maduro de los dos»

En otro proverbios antiguos he encontrado la versión que dice que  es «el más sabio de los dos».

La madurez no es solo tener más  y mejores cualidades que el otro. Puede haber gente muy humilde y muy inmadura.
La madurez, o la sabiduría, la da la experiencia de saber o llegar a divisar  el resultado de nuestras acciones antes de que ocurran.
Una persona madura, aunque tenga orgullo, aprende a controlarlo y a pasar por encima para recuperar algo o a alguien que le interesa tener.
Una persona madura sabe que pedir disculpas no es una debilidad.

Y una persona madura sabe que si su acción no tiene la respuesta esperada tampoco es para martirizarse de por vida.

Uno hace su parte esperando la respuesta correspondiente de parte del otro. Si no llega, es cuestión de esperar, manteniendo las vías abiertas.

En un mundo perfecto todos responderíamos bien a la primera. Pero no es un mundo perfecto, y nosotros somos la gran prueba de ello. Y todos tenemos una gran mochila que a veces nos condiciona demasiado.

Estos días una amiga contaba que hace años alguien se apartó  de ella sin saber muy bien por qué, sin dar explicaciones, molesta y sin querer escuchar una disculpa o tener una conversación para aclararlo.
Me recordó a algunas personas que tras un tiempo de bastante cercanía un día decidieron desaparecer sin más. Ni un adios.

Intenté preguntar, saber qué pasaba, y nada. No pretendía retomar una relación que la otra persona no quisiera, pero al menos despedirnos en condiciones.

Un par de estas personas que pasaron por mi vida nunca respondieron.

Y por supuesto ante esto solo queda el respeto a la voluntad del  otro. Con tristeza, con curiosidad incluso, pero respeto al fin y al cabo.

Quiero pensar que algún día les llegará la madurez para asumir qué les impedía tan solo decir un adios.

Mientras tanto yo estoy tranquila, porque mis vías de comunicación están abiertas. Es lo único que podemos hacer. Mantener la puerta abierta y algún día recibirles sin reproches.

Cuando has tenido cariño por alguien es una pena que eso desaparezca sin más.
Y ahora que estoy aprovecho para pedir disculpas a esas personas a las que yo no dejé disculparse y retomar el contacto en su día… definitivamente era muy inmadura.

Ojalá me leáis, ojalá me déis la oportunidad de deciros que lo siento en persona.

«Te digo Amor»-Miguel Bosé

Va por delante que adoro el castellano ♥
Pero a veces es limitado.
Con una lengua que le ha dedicado tantas y tantas obras al amor,  podríamos tener,  como los griegos, palabras diferentes para identificar amores diferentes.
Eso de amar con el mismo término a tus familia, a tus amigos, a tu(s) pareja(s), y al prójimo es algo confuso.
Es cierto que tiramos del contexto o de otras expresiones, como «cariño» o «afecto»… pero a veces apetece sencillamente decir «te quiero» y que esas palabras expresen el sentido justo…

De cualquier modo… hoy he oído varias esta canción y ya sabéis cómo me gusta ver mi vida y mis historias en la letra…
Así que esta por esos amores, de uno u otro tipo, que creía perdidos, y que de un modo u otro también he recuperado.

Amor, te digo amor y suena diferente 
Amor que pronunciado en eso se convierte 
Y voy más lejos… 
Amor que todo entiende y da a todo un sentido 
Amor y punto 
Amor porque creía que te había perdido
Amor de mis pecados dale a la tormenta 
Que nadie sepa 
Cueste lo que cueste, duela lo que sienta 
Pero así es la vida 
Me cierras tantas puertas, tantas otras me abres 
-Y no hay salida 
Sea lo que quieras, pase lo que nos pase… 
No sé no sé no sé 
Cuanto sabes de mí 
Pero dejo que me puedas 
Y permito que me lleves 
Poco importa lo que hagas de mí 
No sé no sé no sé 
Qué es lo que quieres de mí 
Me cuestionas, me estremeces 
Que me arrastres o me eleves 
-Lo importante es lo que hagas de mí 
De mí… 
Suave, sereno… 
Amor, querido amor así se dan las cosas 
Que no te mientan 
Ni todo son espinas, ni todo son rosas 
No te imaginas 
Amor de mis amores y con esto acabo 
Así de claro 
Amor, ¿dónde estuviste amor, dónde has estado? 
No sé no sé no sé 
Cuanto sabes de mí 
Pero dejo que me puedas 
Y permito que me lleves 
Poco importa lo que hagas de mí 
No sé no sé no sé 
Qué es lo que quieres de mí 
Me cuestionas, me estremeces 
Que me arrastres o me eleves 
Lo importante es lo que hagas de mí 
-Hay amores que vienen y van 
-no vuelven a darse en la vida 
-(erasé una vez la historia de una herida) 
-Hay amores y hay un ¡ay amor! 
-amor que se lleva la vida 
-(erasé una vez que quise que quería)

Algo más que «la niña lista»

Que nos pasamos la vida jugando el rol que nos marcan es algo que ya casi nadie discute. En este post de mi otro blog hablaba sobre ello, aunque lo enfocaba al rol de padres. No etiquetar, dejarles libertad para desarrollar todas sus facetas y que sean ellos mismos los que decidan cuál o cuáles potenciar.
Hoy hablo de los adultos, de nosotros los que ya hemos crecido asumiendo un papel.

Muchos nunca tomarán conciencia de ello y seguirán como siempre, cumpliendo las expectativas marcadas desde fuera. O peor aún no cumpliéndolas y sintiéndose perpetuamente fracasados.
Otros, muchas veces tras una crisis, se pararán, pensarán y se darán cuenta de la realidad.

Ser «la lista», «la guapa», «el mayor», «el consentido» nos ha acompañado toda nuestra vida… pero ¿somos eso realmente? O mejor aún: ¿queremos ser solo eso?.

He comentado ya que el taller «Sácate Partido» surgió de las reflexiones para un post «Más que guapas»  y de mis propias experiencias .

Yo he sido, no una niña «lista», sino «LA lista» y sé lo que implica ese cliché. Además soy «la mayor» «la responsable»… con todo lo que eso condiciona a una niña que se pasa la vida oyendo eso de:
«cede tú que eres la mayor» o «tienes que dar ejemplo».

Claro que mis hermanos y primos no lo tenían fácil…. ir detrás de la que saca 10 en todo…

El  caso es que no era especialmente mona, tampoco era fea, era «normalita». La guapa era mi prima que era rubia  y luego,  mi hermana que era un bollito de esos comestibles… (mi hija se le parece mucho ♥-♥).

Así que entre enseñarle a las visitas lo bien que leía el periódico con 4 años y dar ejemplo a mis primas, ya me gané mi papel en el teatro familiar´:

«Nohemí es muy lista y muy responsable»

Y cuando ese es tu papel, el de guapa es para otra…. y tú pues vas creciendo con esa escala de valores: ser lista es mejor que ser guapa.
Como si alguna de esas dos características fuera a asegurarte la felicidad, cuando no es así.

Con estos antecedentes, más una adolescencia difícil y una mochila familiar de descontento con lo femenino… os podéis imaginar.

Tardé años en aceptarme y algunos más en gustarme.

Pero lo conseguí.

Por primera vez tengo conciencia de que mi cuerpo, y mi imagen son algo más que el envoltorio de mi cerebro. Que soy  mucho más que una niña lista o guapa o responsable  o cualquier otra etiqueta que los demás vean en mi… que soy todo eso y mucho más.

 

Y de lo que he aprendido y experimentado en todo el proceso de forma personal y de lo que he visto en las mujeres que me han rodeado desde que tengo conciencia y de los recursos y herramientas que he ido encontrando e incorporando a mi vida es con lo que me lancé a montar los talleres «Sácate Partido».

Sé lo que piensa mucha gente de él, lo que inspira el nombre, lo que creen que hago y digo . Porque yo cuento muy poco del taller y eso siempre da lugar a suposiciones y especulaciones.

Prefiero que lleguéis un poco «vírgenes» o que leáis los testimonios de las que han aisistido para que os hagáis una idea, o que leáis post como el que ha escrito Carolina en su blog y que os copio:

 

«Aprendiendo a ‘Sacarme Partido’ 🙂

 
He decidido volver a mi pobre y abandonadito blog con una experiencia reciente que he tenido. Que además viene al pelo con la fecha de mañana, 8 de marzo.
 
Es una pequeña reflexión sobre la mujer  y la belleza. Espero que no la típica.
 
Mi amiga Nohemí Hervada dirige unos talleres, presenciales y online.  Uno de ellos, el Sácate Partido, siempre había llamado mi atención. Pero como desde la negación, porque si hay algo en lo que creo que yo soy experta es, precisamente, en no sacarme partido de forma alguna J Yo reposteaba la info en facebook segura de que, dirigiéndolo Nohe,  sería un buen taller y podría haber muchas interesadas entre mis amigas. A mi misma me daba curiosidad, pero como yo le expliqué a Nohe, no me animaba a participar por mi ‘natural’ desaliento. Ese ‘pa qué’. ‘Pa qué, si no me va a valer para nada, si es que yo me conozco y luego no voy a aplicarme el cuento’. Ella me animó a participar y finalmente lo hice. Vaya que si lo disfruté.
Me gustó mucho la información y los tips, la organización del taller, cómo se explica ella… y el resultado más valioso para mí, en primer lugar, hacerme pensar.
 
Yo soy de esas mujeres que piensan que la belleza está fundamentalmente en el interior. De hombres y de mujeres. Y que, particularmente en las mujeres, la belleza es una suerte de excusa para el sometimiento. Nos llenan la cabeza con la tontería de ‘ser’ y ‘estar guapas’ desde la cuna. Es una condición para gustar. No para gustarse (en primera opción) sino para gustar a otra persona. Y desde esa creencia, la de que la belleza está en el interior, la belleza de lo exterior siempre me ha parecido superfluo y una frivolidad.
 
Creo que en esto siempre ha influido mucho el que yo nunca me he sentido guapa. En los papeles que nos toca vivir en esta vida, a mí me tocó el de ‘niña lista’.  Y ahí era donde sentía que tenía que destacar. Ni era guapa, ni iba a serlo, así que ¿para qué perder tiempo fingiendo que podía pretenderlo?
 
Luego vino la rebelión, y el encabronamiento. Si para gustar había que ser una muñequita, pues mejor no gustarle a nadie. Lo que siempre he visto una injusticia es que el mundo de las mujeres gire alrededor de su belleza, de la que depende su aceptación y su atracción, y el de los hombres no. ¿Para qué tantos esfuerzos, si ellos no se tienen que esforzar en nada?
 
Así que me colgué la etiqueta de ‘poco presumida’ y ‘descuidada’.  Soy la típica que sólo se pinta en las bodas y fiestas muy especiales (a veces ni eso), que no se pone jamás una crema, que casi nunca lleva tacones, que va a la peluquería una vez al año, con suerte, y que compra ropa en su mayoría funcional y la imprescindible.  La que piensa que con ir limpia ya basta.  Austera y espartana J porque lo que importa, va por dentro.
 
Bien. Pues el taller de Nohe me ha servido para tirar de un hilo. Porque aunque yo estuviera conforme con mi forma de ser (claro!), algo no acababa de cuadrarme. Porque aunque eso fuera lo que yo opinaba, a veces, me pillo mirándome furtivamente en el espejo y diciéndome ‘Ya te vale’. En los últimos tiempos, desde el nacimiento de mi hijo, he venido sufriendo un cambio significativo. Un trabajo de aceptación de mi misma, de mi persona, de mi imagen. Una especie de reconciliación. En un momento de mi vida en el que, aparentemente, no necesito hacer ‘nada’ para gustar, porque ya conseguí gustarle a alguien lo suficiente, descubrí que lo que necesitaba por fin era gustarme a mí misma. Lo que no había hecho nunca,  vamos.
 
Hace algunos meses, a raíz de una lectura que me gustó muchísimo, “Las chicas buenas no toman postre”,  y el emotivo artículo de ‘Mamá entra en la foto’, me dije un gran ‘ya basta’. Ya basta de no quererme, ya basta de no gustarme, ya basta de exigirme ser quien no soy. Ya basta. He ido haciendo pequeñas compras, intentando hacerme con prendas de colores y motivos alegres, y salir por fin del permanente ‘luto de las gordas’. Me he cansado de ser invisible.
 
Pero claro, es un gran cambio, y los grandes cambios no se dan de un día para otro. Había avanzado con la aceptación, con el cambio de color (o sea, del no color al color)… pero seguía arrastrando el pesado lastre de ‘yo es que no me arreglo’.
 
 
El taller de Nohemí me ha llevado a la conclusión de que arreglarse para resaltar lo mejor que cada uno tenemos no es una frivolidad, sino casi una necesidad. Porque todos necesitamos belleza, igual que necesitamos bondad. No el concepto de belleza estereotipada que nos venden en los medios, pero sí belleza. Armonía. Eso pasa por una buena salud, y un buen aspecto. Podemos  ser muy buenas personas, pero lo que otros perciben de nosotros a través de la imagen es mucho y muy importante también. Y lo que percibimos nosotros acerca de nosotros mismos! Qué importante para quienes trabajan o pasamos mucho tiempo en casa, quitarse el pijama,  y tener aunque sea un mini ritual de cuidado… J
 
Otra de las razones por la que en los últimos tiempos he renegado aún más de la cosmética es porque no soporto echarme potingues con montones de tóxicos.  Uso pastilla lo más ecológica y artesana posible, e igual con el champú, el dentífrico, el desodorante… mi excusa para no echarme cremas era no ponerme mierdas, pero eso, era una excusa, porque hoy existen buenas alternativas limpias y respetuosas con el cuerpo. Así que he hecho una pequeña primera inversión y he comenzado por lo más difícil para mí: el hábito J cuando sólo tenía un maravilloso cacao de labios hecho por una amiga, empecé a dármelo cada noche, antes de acostarme. Cuando tuve mi nueva hidratante, también. Y así, poco a poco, espero ir poniendo en práctica los consejos que saqué del taller.
 
Y comprendí que este cuidado no es sexista, ni exclusivo de las mujeres. Querer destacar lo mejor de uno mismo no tiene sexo.  Comprendí que el cuidado, y el mimo para con una misma no tienen que ver con la obsesión ni por la moda, ni por la delgadez, ni por la estética, que es lo que verdaderamente tiraniza a las mujeres y las vacía de contenido.
 
Y desde aquí, finalmente, quiero volver a agradecerte Nohe que me animaras a participar, porque esta reflexión me hacía mucha falta ;)»
 Gracias a ti Carolina por tu generosidad ♥

 

 

«Promesas que no valen nada»-Los Piratas

Para tod@s los que prometemos, a quienes nos prometen cosas… Especialmente para esas personas especiales que aparecen, te alegran la vida un tiempo y desaparecen como llegaron…

Prometo no mandar más cartas y no pasar por aquí
Prometo no llamarte más y ni inventar ni mentir
Prometo no seguir viviendo así, prometo no pensar en tí
Prometo dedicarme solamente a mí.

Prometo que a partir de ahora lucharé por cambiar
Prometo que no me verás, que no voy a molestar
Sabes que lo digo de verdad, que no voy a fallarte en nada
Que tengo mucha fuerza de voluntad, que no te fallaré en nada
Prometo no seguir así, prometo que no voy a pensar en ti
Prometo dedicarme solamente a mí.

Y el aire que me sobre alrededor
Y el tiempo que se quede en nada
Nunca más escucharé tu voz
Energía nunca liberada
Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
Como lágrimas en la lluvia se irán.

Siento que no tengo sueño y no puedo descansar
Invento más de mil palabras y busco una verdad
Intento que suenen de forma genial
Intento que no digan nada
Nada siempre es toda la verdad
Nada significa nada
Prometo las promesas que me hice a mí
Prometo pensar en tí
Ahora prometo solo pensar en tí.

Y hago que suenen de forma genial
Prometo que no dicen nada
Nada siempre es toda la verdad
Nada significa nada
Palabras que no dicen nada en estas cuatro paredes
Promesas que no valen nada, nada, nada, nada.

Y el aire que me sobre alrededor
Y el tiempo que se quede en nada
Nunca más escucharé tu voz
Energía nunca liberada
Promesas que se perderán en estas cuatro paredes
Como lágrimas en la lluvía se irán

Una cena que da para un post

La semana pasada estuve en Madrid. Últimamente viajo mucho, que es algo que aunque me agota, me encanta. Me estoy quitando la espina de vivir en una isla y sentirme aISLAda a base de coger aviones.

Madrid sigue siendo mi «centro de operaciones» por muchos motivos… algunos de los que me leéis lo sabéis bien 😉
En este viaje último, mi amigo Mauricio Kruchik impartía un curso de  Reflexologia y Psicoprofilaxis  en el embarazo y puerperio que me hubiera encantado hacer. Pero como esta vez no pudo ser, me conformé con cenar con él, con mi comadre y socia en la Formación Continuum, Elena López y con la Dra. Marcie Bittan, a la que conocí en dicha cena.

Quedamos en un bonito y céntrico restaurante, de los «pijos» pero asequibles. Todo perfecto.

Allí estábamos, nosotros 4 en una mesa redonda… nosotros 4 y mi hija de 17 meses.
Eso ya sonaba raro, un restaurante un sábado noche, lleno y solo un niño, mi hija.

Sobre las miradas del personal  (clientes y empleados) al ver mi teta cada dos por tres fuera del vestido, ni voy a comentar, si acaso en mi otro blog…

Hoy voy a escribir sobre otras reacciones.

He de decir que mi hija es de esos bebés a los que les gusta  irse a dormir pronto. Que a las 21.30 ya pide cama. Y claro, llegó un momento después de esa hora en que ya se aburrió de picar comida, de jugar con los palillos, de ponerse la servilleta por la cabeza… y estaba cansada. Y ¿qué hace un bebé cansado?

Llora.

Y una que no es que sea mala madre, sino que era la única vez que recuerde que salía de noche a cenar, así en plan restaurante bien, desde hace ni sé cuántos años, pues intentaba levantarme, calmarla, distraerla, incluso dormirla. Pero mi hija, aunque no se lo crean algunos, no es adicta a la teta, y cuando quiere cama, quiere cama, no teta. Así que a pesar de intentarlo, no hubo forma de dormirla ni con teta, ni con paseos por el hall.

Evidentemente la necesidad de mi hija era estar en un ambiente tranquilo y dormirse. Pero en esa ocasión decidí que la mía era tener una noche de «adulta», y  como mis circunstancias son las que son, pues eso pasa por llevarla conmigo e intentar llegar a una especie de acuerdo entre ambas.

Obviamente un bebé no razona así que la perreta de mi hija al final de la noche era importante. Ella no entiende que a su madre le apetecía salir y mantener una conversación amena y divertida en un restaurante bonito con una cena y un vino buenísimos.

Ella solo entendía que no era su sitio.

El remate fue que en uno de los episodios de llanto, me levanté para no molestar al resto de clientes y al ir hacia el hall con ella en brazos escucho a una camarera decirle a otra:

«Esa niña debería estar durmiendo hace horas»

La camarera al verme aparecer justo en ese momento seguramente quiso que se la tragase la tierra… o no, vete a saber…

Lo que sí sé es que no me callé. Y mirándola fijamente con mi hija en brazos le dije:

 «Pues sí, pero si su madre quiere salir UNA noche de cena, pues se la tiene que llevar consigo. Porque  cada uno sabe lo que tiene en su casa, ¿¿¿verdad reina????

A lo que ella asintió y no hubo más conversación.

No digo que no tuviera razón, pero por un lado, si trabajas con clientes, una norma es : NUNCA hablar mal de ellos (  y menos si te pueden oír)

y por otro lado: ¡qué manía de juzgar lo que hacen/no hacen los demás!

Yo sé que ese día antepuse mi necesidad o deseo a la necesidad de mi hija. Y no necesito que nadie me lo recuerde.

Por otro lado: ¿se vería mejor haber contratado a una canguro desconocida para quedarse con ella y yo cenar tranquila ?

No pretendo dar lecciones a nadie. De hecho siempre digo que mi libertad de llevar conmigo a mis hijos implica también el reconocer si el lugar es apropiado para ellos. Por eso no hice un curso que me apetecía, por no meter dos días a mis hijos en un lugar cerrado y aburrido para ellos.

Y si escribo esto no es solo por criticar a la bocazas de la camarera (que por cierto se quedó sin propina por su metedura de pata), sino para reflexionar en voz alta en que vivimos en un mundo adultocéntrico.
Ojalá ese restaurante tuviera camas junto a las mesas… para haberme tumbado a dormir a mi niña y haber seguido la cena y la charla tranquilamente…


Ah no!!! Sitios así con camas son solo para parejas… los niños no son de este mundo

 Y por cierto… La cena… a pesar de todo… estuvo genial

Y Mencía se durmió cinco minutos antes de irnos,  siguió dormida la hora y pico de camino de vuelta a casa… y ya no despertó hasta la mañana siguiente… ( con sus tetadas nocturnas claro:-) )

 

«Como la cabeza al sombrero»-El último de la fila

L@s jovencit@s conoceréis a Manolo García, como yo ya he pasado los 40 le conocí en su grupo: El Último de la Fila  ( de hecho incluso conocí el anterior :-P)
Este disco en concreto al que este tema da título, le tuve yo en vinilo. De los pocos que tuve porque en mi casa comprar un disco era un lujo. Soy de la generación de grabar en casettes de la radio, poniendo cinta adhesiva o esparadrapo en la parte de abajo de alguna de Manolo Escobar o similar que estuviera por ahí perdida.
Pero uno de esos pocos LPs que me pude comprar fue ese. Así que ya imagináis cómo me gustaban… otro día os contaré quiénes eran los otros ♥
Esta canción me la ha traído a la memoria alguien especial  con quien hoy he metido mucho la pata.  Confío en que es muy buena persona y no me lo tomará en cuenta
A esa persona se la dedico. Recordando la letra que me encanta… porque nombra entre otras cosas la piel… y como sabéis…yo soy mucho de piel:

El Último De La Fila Como la Cabeza al Sombrero l
Como la cabeza al sombrero, 
como lápiz al papel, 
como la llave a su agujero, 
como el tren a la estación, 
así te quiero yo. Así te quiero yo. 
Como el pájaro al abismo, 
como el susurro al rincón, 
como la bruma quiere al río, 
como la piel a la piel. 
Te pertenezco, no lo puedo evitar.
Dime aunque mientas que vuelves.
Dame aunque mientas tu amor. 
Somos fuego y escorpión, 
manantial y desierto, alarido y canción. 
Te deseo y estás lejos, 
te deseo… Dame a bocados tu amor. 
Somos el vértigo y el beso, 
la saliva y el carmín. 
Aunque haya océanos bullendo entre los dos, 
no has estado nunca a salvo. 
Me perteneces, no lo puedes evitar; 
Dame aunque mientas tu amor… 
Tendré a bocados tu amor. 
Así te quiero yo. Así te quiero yo. 
Como la metralla a la carne, 
como la carne al cañón, 
como el cañón a la sangre, 
como la sangre al alcohol… 
Así te quiero yo… 
Me perteneces, no lo puedes evitar. 
Dime aunque mientas que vuelves.
Dame aunque mientas tu amor.

Reivindicando otros derechos

Nací aún con la dictadura. Mi madre me contaba que ella corrió delante de los grises, evidentemente yo no. Soy hija de una generación de mujeres que lucharon por salir de casa de sus padres y hacer algo más que huir hacia adelante a casa del marido.
Mujeres que pagaron un alto precio para conquistar libertades y derechos. Les robaron lo único que era suyo de verdad, intransferible.
No quiero hablar hoy de eso. Estoy de demasiado buen humor. Aún me dura el buen rollo del tema que os puse ayer :-). Podéis leer algo brillantemente escrito por mi amiga Mónica aquí.
Hoy reivindico el derecho por el que casi nadie lucha, o al menos, no con movilizaciones públicas y multitudinarias. No con campañas mediáticas.

Hoy reivindico el derecho a equivocarme.

Aceptando las consecuencias por supuesto, pero entendiendo que mis errores son oportunidades de aprender. Algo que nunca me enseñaron.
Siempre fui una «niña lista». Notas inmejorables, la primera de la clase, la delegada de curso… ¿creéis que eso me aportó mucho aparte de un ego exagerado y una sensación de tener que mantenerme siempre  «ahí arriba»?
La vida se encargó de enseñarme lecciones. Algunas inevitables o provocadas por causas externas y otras consecuencias directas de mis propias decisiones y errores.

 

Lo importante es que aprendí…

  • Aprendí a ser franca cuando por miedo a hablar y hacer daño casi me veo viviendo con alguien que no quería. 
  • Aprendí a no reaccionar por  orgullo a base de perder personas importantes en el camino  (aún recuerdo al primer Carlos de mi vida… en el instituto, cuánto me gustaba y cómo lo eché de mi vida por un orgullo estúpido. ¡Cuántas veces me he arrepentido de aquéllo!)
  • Aprendí a no juzgar las fuerzas y motivaciones de los demás cuando a mí me fallaron las mías.
  • Aprendí a no sentirme superior moralmente a los demás, cuando me vi yendo en contra de lo que había creído y predicado toda mi vida.
  • Aprendí a decir «te quiero» a quien quiero, tras años de callarlo cuando debí haberlo gritado.
  • Aprendí a soportar el llanto ajeno, cuando me vi llorando sola
  • Aprendí a escoger mis batallas a fuerza de agotarme peleando todas las batallas.
  • Aprendí a amar mi cuerpo, tras una vida de despreciarlo.
  • Aprendí a aceptar mis defectos  y a intentar transformarlos en virtudes tras vivir con la continua frustración de intentar esconderlos
  • Aprendí a escuchar por perderme grandes historias al hablar solo yo.
  • Aprendí la humildad de aquéllos a quienes no tomaba en cuenta
  • Aprendí a aceptar la libertad de los demás a no hacer lo que yo querría que hicieran…
  • Aprendí lo anterior incluso con la gente que amo… lo más difícil.

Y me gustaría aprender más de la observación y menos de la experimentación… pero sé cómo soy… y sé que inevitablemente… seguiré aprendiendo a base de errores.

¿Y tú?
¿Quieres aprender? ¿Te permites equivocarte?

«Mi Primer Día»-Los Aslándticos»

Esta entrada va dedicada a la persona que me ha descubierto este grupo.
Para  recordarle a él y a todos los demás, que cuando queremos algo, tenemos que trabajar para que pase.

Es el antiguo refrán de : » A Dios rogando y con el mazo dando».  O lo que es lo mismo, que aunque no controlamos todo, sí somos responsables o podemos serlo de una gran parte de lo que nos pasa.
En el taller de «Empodérate» lo enfocaríamos como:

«si quieres algo pídelo»

y en el de «Sácate Partido» como:

«Da el primer paso para conseguir lo que deseas. No te pares porque la meta sea alta… sube los peldaños de uno en uno»

Y ponte esta canción y canta en voz alta:

«Hoy será mi primer día y mañana también y el resto de mi vida.»

«Hoy será mi primer día y mañana también y el resto de mi vida. Porque… 

Hoy le he ganado la batalla a la montaña de la ropa sucia, hoy, hoy, 
ninguna tarea me asusta, ningún encargo me disgusta, porque… 
hoy he vuelto a por mi tiempo, hoy me quedo a vivir en mi cuerpo, 
solo espero estar en lo cierto y que todo esto no se quede en el intento. 

Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 

Porque… 

Hoy le he ganado la batalla a la inconsciencia, 
a la ignorancia, a la desidia, a la impotencia, 
a la vergüenza de que no terminas porque 
nunca empiezas, 
y hasta la fecha no lo he podido nunca asegurar, 
pero cuando tu quieras te lo demuestro, 
que ya todo ha empezado a mejorar. 

To’ lo que tenía que dejar, 
hoy lo voy a dejar para siempre. 
Voy a recuperar la costumbre 
de considerar los consejos de la gente 
y levantar bien alta la frente, 
hoy voy a terminar lo que tenía pendiente, 
solo es cuestión de echarle huevos, 
tampoco es nada nuevo, pero hoy me 
siento fuerte. 

Hoy puedo, hoy el premio me lo llevo, 
hoy me sobra la energía, es el punto de partida. 

Porque… 
Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque… 
Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque… 
Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Repite conmigo: 
Lo tengo claro (lo tengo claro), 
lo pasado pasado (lo pasado pasado), 
el futuro ha llegado (el futuro ha llegado), 
lo tengo claro (lo tengo claro), 
hoy es mi primer día (hoy es mi primer día), 
del resto de mi vida (del resto de mi vida), 
me sobra la energía (me sobra la energía), 
lo tengo claro porque. 
No, no, no, nada se mueve si no lo empujo yo. 
Porque no, no, no me puedo esperar ni un día mas. 
Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque… 
Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque… 
Hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida. 
Porque hoy será, será, será, será mi primer día 
y mañana también y el resto de mi vida»

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies