Seleccionar página

Tiran más 2 tetas…

Pues sí… así están las cosas.
Por si alguien duda de que el sexo vende, y por sexo me refiero a todo lo relacionado con la sexualidad, esta semana pasada he batido el récord de este año de visitas en un día a mi blog Mimos y Teta.
Todo porque puse unas fotos que hicimos un grupo de mujeres para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

Ya comenté en el post Tetas al Aire mis primeras impresiones como bloguera y estoy preparando otro post aql hilo de algunos comentarios, pero serán para aquel blog.

Como este lo leéis 4 gatos ( :-P) me puedo permitir decir que a veces me dan ganas de entrar en el juego y sabiendo lo que es puramente comercial, entrar a saco.
Pero entre que no me da la vida, y que me parece genial vender pero con mi propia ética… pues nada… me temo que hasta el próximo semidesnudo ( o desnudo… ya puestos…) no volveré a tener récord de visitas en mis blogs 😀

Eso sí, las fotos me parecen preciosas, y si no juzgad vosotros:

Captura de pantalla completa 12102013 132653 Mi 1379904_369484749849322_721240450_n 1384006_369485289849268_902301169_n 1390508_369831206481343_377860404_n

Muertes, abandonos, cambios, pérdidas, fracasos… todo son duelos

Todos los duelos conllevan transitar diferentes estados de ánimo. Es revelador identificarlos. Sobre todo la fase de negociación. .. cuando rebajas y rebajas intentando no perder algo que ya no tienes. Es triste. Puede parecer hasta vergonzoso… pero es al fin y al cabo amor y dolor por lo que ya no está. Lo bueno es que esa etapa pasa y llega la siguiente que no es más que un paso adelante hacia la aceptación de la realidad… Vive cada etapa… no hay atajos.

Esto lo escribí el otro día en mi muro de Facebook.

Me respondieron algunas madres que habían sufrido la muerte de sus bebés. Lógico porque una  de las facetas de mi trabajo con los padres es acompañar el duelo perinatal.

Yo no hablaba de ese duelo, pero da igual.

Pierdas lo que pierdas el proceso es el mismo.

Harás un duelo por un hijo no nacido, por un trabajo que perdiste, por la muerte de alguien querido, por una expectativa truncada, por un amor que creías  y no es. Incluso por lo que no llegas a perder pero que sencillamente ha cambiado.

Si eres una madre embarazada que sueña con su precioso bebé fuerte y sano y la realidad te presenta otro bebé precioso pero no como esperabas, tendrás que hacer un duelo.

Si tu pareja se muere o te abandona tendrás que hacer un duelo.

Si vives una historia de amor que va cambiando y transformándose en otra cosa, que quizás sea más bella que la primera  o más real, o más duradera, da igual, tendrás que hacer un duelo.

No nos consuela lo que tenemos por muy bueno, precioso, sano y real que sea.

Y no nos consuela porque lloramos lo que soñamos, lo que teníamos, lo que apostamos a esa carta, lo que dimos , los proyectos que planeamos desde esa realidad. Todo eso se esfuma y no es fácil.

Llegará el momento de aceptar lo que hay y hacer nuevos proyectos, nuevos sueños, nuevas expectativas a partir de lo que sí tenemos… pero lleva tiempo.

No es un proceso fácil, no es rápido, no hay atajos, no hay fórmulas mágicas. Hay dolor y rabia y tristeza. Y cuanto más dolor y más rabia y más tristeza sientas… más sanador el proceso, porque la única verdad es que hay que vivirlo.

No le digas a nadie que está viviendo un duelo que no pasa nada, que es mejor así, que se quede con lo bueno. Ya lo sabe, ya lo sé, ya lo sabemos. Pero da igual. No consuela.

Se sobrevive a los duelos. La humanidad ha sobrevivido precisamente porque tenemos esa capacidad. Todos en el fondo sabemos que no moriremos de amor, o de desamor, a no ser que nos estanquemos en un duelo sin hacer que nos consuma las ganas de vivir, pero necesitamos recrearnos por un momento en el dolor, en la pena, en la tristeza, en la rabia… hasta en el rebajarnos a mendigar las migajas de esos restos que creemos pueden compensar lo que se fue…

Echamos de menos algo que tuvimos porque al no estar vemos el hueco vacío.

Y el primer impulso es rellenarlo, como si así no hubiera vacío. El refrán famoso de un clavo saca otro clavo. Pero no es cierto.
Porque las personas no somos clavos, porque cada vivencia es única y el hueco que deja cada ser en nuestra vida es único.

Nuestra vida está llena de huecos que han ido quedando vacíos.  Y de lugares nuevos ocupados por personas nuevas. Si tenemos claro esto será más fácil hacer un duelo sano.

Los seres nuevos no sustituyen a los ausentes, aunque como ocupan nuestro tiempo con alegrías y sentimientos nuevos nos ayudan a no estancarnos en la pena del que no está.

Un duelo en soledad es mucho más duro. Pasada la etapa del no querer hablar, llega la de necesitar expresar esos sentimientos que son tan fuertes que ahogan y que necesitan una vía de escape, una salida. Si cuentas con personas que te escuchan y te contienen felicidades. Si no, búscalas en otro lugar, en profesionales incluso. O escribe. La cuestión es sacarlas fuera, expresarlas, nombrarlas para verlas en su dimensión real. Lo que no se expresa parece que crece y crece en nuestro interior. Es preferible ponerle palabras, y lágrimas, pero fuera del ser. Como arrojándolo de nosotros, como cuando vomitamos lo que nuestro organismo no es capaz de digerir.

Después llega la calma.

No puedo asegurarte cuándo… pero llega.

Y el tú que serás, será mucho mejor. Menos inocente eso sí. Pero habrás crecido y aprendido mucho sobre ti, sobre el dolor, sobre tu capacidad, sobre las relaciones entre personas. Por un tiempo tendrás peor humor, aguantarás menos las tonterías banales que rodean nuestra vida, pero hasta eso volverá. Y te verás otra vez decidiendo si comprar unos zapatos con más o menos tacón o riéndote con una peli absurda e incluso  buscando otro hijo o enamorándote de nuevo.

Pero no ahora…aún no.

 

Otras entradas relacionadas:

Echar de menos

Duelo gestacional y perinatal

Con defectos, pero auténtica

Os reproduzco una conversación que tuve esta mañana:

-Yo: Ya sabes cómo soy

-P: Estupenda…

-Yo: No me sé callar

-P: Eres estupenda

-Yo: Soy una bocazas, entre otras cosas

-P: Si no fueses tan bocazas, no serías tan estupenda

Y he recordado parte del trabajo de uno de mis talleres («Sácate Partido»), donde animo a reflexionar en las características propias, las que consideramos cualidades y las que consideramos defectos,  y entender que eso es básicamente lo que somos, lo que nos hace ser nosotros mismos y no modelos estándar de personas.

Por supuesto que ese análisis debería servir para limar defectos y destacar puntos fuertes, pero a lo que voy es que los rasgos sobresalientes que tenemos son lo que nos identifican: todos, los buenos y los no tan buenos.

Que soy una bocazas lo sabe cualquiera que me conoce y/o me sigue en el blog. Y resulta que a mí a veces me repatea ser así, pero en el fondo YO soy esa. Si fuera una persona hiperreflexiva que piensa todo antes de hablar… pues no sería yo, no sería la Nohemí que conocéis y que escribe y publica como vive… sin pensarlo demasiado.
Evidentemente no todo el mundo pensará que soy estupenda ( es lo que tiene tener amigos, que la quieren a una y la ven con buenos ojos),  seguro que hay más gente que se queda con lo de «bocazas», y ¿sabéis que es lo mejor? Que todos tendrán razón.

No intentéis ser lo que no sois. Intentad mejorar siempre, pero partiendo de lo que tenéis, de lo que sois.  Si no, aparte de mucha frustración, correréis el peligro de dejar de ser auténticos. Y hay algo mucho peor que ser bocazas… y es ser un timo o una copia.

Aspira a mejorar, pero siendo tú mismo

Y  esta bocazas se despide hoy porque me voy a la playita con mis hijos.
Sed felices.

 

Recuerda que puedes acceder al taller «Sácate Partido» grabado.

 

¿Necesitas su permiso?

Define la RAE  empoderar.

(Del ingl. empower).

1. tr. Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido. U. t. c. prnl.

Suelo empezar mis talleres preguntando si estamos en esa situación, socialmente desfavorecidos.

Es muy interesante observar las respuestas.

No voy a desgranar mi trabajo en el taller, pero os diré que en general tenemos poca conciencia de la realidad que vivimos y de la cantidad de veces que cedemos nuestra autoridad propia a terceros.

Toda nuestra existencia vivimos sometidos a autoridades externas que nos juzgan, opina, deciden, nos etiquetan… Nos enseñan la obediencia como único medio válido de crecer, y el cuestionamiento como algo intrínsiamente negativo.

Ya he escrito mucho en el blog Mimos y Teta sobre el tema de la autoridad que delegamos, sobre todo referido a nuestros hijos. Y no es extraño. ¿Cómo vamos a decidir con autoridad sobre otros si no decidimos con autoridad sobre nosotros mismos?

Ayer conocí por una noticia a Luz Rello y su historia:

Pincha en la imagen para leer la noticia completa

Esta joven investigadora ha recibido el premio al mejor investigador joven de Europa. Lo interesante de su historia es que ha llegado ahí tras un largo historial de suspensos. Ella misma cuenta:

He estado muchos años de mi vida suspendiendo muchísimo,

sentada en una mesa especial para niños fracasados.

Pensé en todas esas veces que juzgamos a otros con unos varemos determinados, que no son otra cosa que clichés o etiquetas que nos dan cierta seguridad porque delegan en terceros la capacidad de análisis.

Entiendo que en ciertas profesiones haya un criterio que garantice que quien practica cierta profesión o actividad cumpla unos requisitos mínimos de conocimiento, experiencia, capacidad, seguridad, legalidad, etc… pero en muchos otros campos, entre los que me muevo, cuando no hay una formación reglada, es curioso ver cómo seguimos queriendo un papel, un «título» decimos que diga que otro avale el trabajo de esa persona.

Parece cuanto menos curioso que en vez de preguntar y analizar el CV propio de una persona, nos fiemos más de una etiqueta o un trozo de papel, que en la mayoría de los casos lo único que garantiza es la asistencia y/o pago  de unos contenidos que alguien pensó que son los necesarios para desempeñar esa función.  A veces hasta desconocemos a la persona o entidad que ofrece ese título, y lo que ha exigido para otorgarlo, lo cual es el colmo de la paradoja.

Y no digo que no sea necesaria la formación para cualquier desempeño… digo que creo que algunas personas necesitan esa formación ordenada y escogida desde fuera, por terceros, y otros prefieren ir a su propio ritmo, según sus intereses, capacidades y aptitudes. Básicamente es el fundamento de la mayoría de los que optamos por el Homeschooling.

La cuestión que me hace reflexionar es la necesidad de etiquetado, cuando precisamente lo increíble del ser humano es la capacidad de inventar formas nuevas de enfrentarse a realidades cambiantes.

Profesiones que un día garantizaron éxito hoy son obsoletas. ¿Alguien fabrica hoy vídeos VHS?  ¿y Beta?…

En mi vida personal los últimos años he vivido  lo que se siente al ser juzgada por no tener un «papelito» … en su momento intentaba explicar cómo lo veía yo,  recuerdo discusiones largas, con amigas intentando hacerles entender lo que yo veía tan claro…

«¿Cómo va alguien en un fin de semana a avalar más que mi trabajo de 4 años?

¿Y alguien que llegue desde 0 a ese curso, tras dos días va a saber lo mismo que yo tras 4 años diarios de práctica propia y enseñanza a otros?

 Porque si nos fiamos de papeles nos van a dar el mismo…»

Yo me negué a entrar en ese juego, por convicción propia, porque confiaba en que algún día tuviéramos el sentido común y juicio necesario para darnos cuenta de qué es lo que hace que alguien esté preparado para desempeñar un rol cualquiera… Y sigo confiando en que somos nosotros mismos los que tenemos que ser sinceros y autoevaluarnos…
Uno sabe cuando es bueno en algo y cuando no. Y si no lo sabe no va a aprender delegando ese autoanálisis en terceros.

La honestidad es un rasgo para mi inseparable de la profesionalidad.

Hoy que yo misma trabajo ofreciendo formación intento transmitir esa idea: yo puedo ofrecer información, formación, recursos, soporte, medios, herramientas, evaluación… pero eso solo garantiza que te adelanto una parte del trabajo. Te resumo lo que yo he tardado muchos años en aprender. Pero eso es todo lo que Yo hago. El resto: captar, escuchar, asimilar, interiorizar, desarrollar, mejorar… eso es algo individual. NADIE puede hacerlo por ti.

No dejes que nadie te diga que no puedes si tú crees que puedes.

Pero tampoco te creas a quien te diga que eres lo que tú misma sabes que no eres. 

A Luz la calificaron de tonta y no lo era.  Pero en ese momento tampoco era el genio en que se convirtió después, cuando supo exactamente desde dónde partía y encontró la forma en la que ella podía aprender y desarrollar su máximo potencial.

El empoderamiento nunca es desde fuera, no lo olvides.

Siempre del centro hacia fuera

Siempre del centro hacia fuera

Empoderarse no es eso

Algunas personas confunden empoderamiento con rabia o mal humor.

Una mujer empoderada tiene más sentido del humor que ira.

Es más constructiva que demoledora.

Saca de ella misma y de los demás lo mejor, no lo peor.

No se construye nada estable desde el odio.

Empoderarse es ante todo conocerse, aceptarse,saber qué cambiar y sobre todo, gustarse y saber en qué dirección caminar, hacia adelante, porque estar continuamente mirando a los lados es una pérdida de energía tremenda. Energía que una mujer empoderada prefiere enfocar en cosas más positivas y enriquecedoras

Imagen de «El Diablo viste de Prada»

El empoderamiento  que asume roles avasalladores  o que tutorizan a los demás no es empoderamiento.

Es el mismo perro con distinto collar.

«Cultiva tu presente»- 10 expertos on line

¿Quieres aprender con los mejores desde la comodidad de tu casa? ¿Nos invitas? Te lo ponemos fácil. Allí donde estés, te ofrecemos posibilidades ilimitadas de crecimiento a través de diez seminarios monográficos con los profesionales especialistas más destacados del momento.

Ahora más que nunca es cuando vamos a marcar la diferencia: abriendo nuevas vías de conocimiento hacia el futuro que, sin duda, nos toca diseñar. Sustituyendo argumentos vacíos por conocimientos evidentes, todo ello con el compromiso de cultivar un presente nuevo que nos permita vivir en plenitud, asumiendo el poder que nos corresponde.

Es el momento de pensar a largo plazo: queremos ir más allá del aprendizaje convencional, queremos profundizar acompañados por los profesionales más entendidos en cada materia; su pasión les ha llevado a lo más alto en su especialidad. Es desde este impulso que se puede transmitir conocimiento realmente, y el resto, recibirlo.

No importa dónde estés. Las nuevas tecnologías nos acercan. Ahora, todos contamos.

Programa     

 
✓ La patologización del cuerpo femenino, con Carme Valls-Llobet (Sábado 28 de septiembre)
✓ Inteligencia doméstica, con Mª del Mar Jiménez Redal (Sábado 26 de octubre)
✓ La vulneración de los derechos de la infancia, con Rosa Jové (Sábado 23 de noviembre)
 De pareja a trío, con Mónica Felipe-Larralde (Sábado 14 de diciembre)
 La nueva paternidad, con Carlos González (Sábado 18 de enero)
 Dormir sin llorar, con Rafaela López (Sábado 8 de febrero)
 Empodérate, con Nohemí Hervada (Sábado 15 de marzo)
 Sexualidad femenina y cultura, con Mª Jesús Blázquez (Sábado 12 de abril)
 Manejo autónomo de las emociones, con Natividad Jiménez (Sábado 17 de mayo)
 M(p)aternidades de alto… precio, con Gabriella Bianco (Sábado 14 de junio)
• Cada seminario tiene una duración de tres horas: una hora y cincuenta minutos de intervención de la ponente, diez minutos de descanso, y finalmente una hora de interacción con el público en forma de preguntas y respuestas.
• Puedes inscribirte a la serie completa de diez seminarios a un precio excepcional, o a tantos seminarios sueltos como desees

 

• Accede al programa completo y el boletín de inscripción AQUÍ
• Organiza: Editorial OB STARE  |  www.obstare.com

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies