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Esta hoy para ti.
Para ese camino nuevo que vas a caminar con pies ya viejos.
Por tener el valor de adentrarte en un mar nuevo, que siempre estuvo ahí.
Como dice Fito: «Qué te voy a decir». Yo no tengo las respuestas. Voy aprendiendo también, empezando por las espinas.
Todos somos espejos en los que los demás se reflejan, y nosotros en los de ellos, y así todos nos vemos gracias a otros. Un poco como somos y un mucho como nos ve el resto.
Cuando consigo salirme de mi estrechez mental y sobre todo emocional, cuando me salgo del drama de no tener lo que quiero, como quiero y cuando quiero… veo un cuadro mucho más completo. Y me veo más pequeña, y menos importante. Y veo más cosas, no solo amor. Veo dolor y miedo, y nostalgia, y deseos, y sueños, y peros y pros y contras, y más amores y paseos, y compañía, y ganas de saber y no saber hacerlo… todo  eso veo.
EL daño lo vi y decidí borrarlo del cuadro.
Aquí nadie ha cogido la brocha del odio nunca, o no conscientemente. Será un cuadro como queramos verlo. Como el Guernica, duro por lo que representa, pero bello por lo que inspira.
Yo me quedo hoy con respirar profundamente, con mirarte y desear tu bien y el mío, y el de todos. Con encontrar el modo de tener paz y calma en estos corazones agitados, cada uno con su propia medida de dolor, soledad, angustia y deseo. Cada uno con la suya. Porque todos llevamos al final la misma carga, de un modo u otro.
Hemos aprendido todos, o eso quiero creer. No, eso creo. Sabemos más ahora de nosotros mismos, y de cómo no pedir lo que necesitamos a otros. Somos responsables de nosotros mismos, de nuestra felicidad, de lo que podemos o queremos dar en cada momento. De lo que podemos recibir cuando no exigimos. Porque al exigir ya no nos es entregado como deseamos, sino desde otro lugar que no es real ni válido.
Yo me quedo con un abrazo. Con una mirada desde dentro. Con una frase de una película que resume mucho de cómo veo hoy todo:

«Amar es no tener que decir nunca: Lo siento»
(Love Story)

Quería que me pidieras perdón y cuando lo hiciste no me sirvió. Porque el verdadero perdón no se da ni se pide al otro. Lo otorga cada uno, a uno mismo y a los demás.
Prefiero equivocarme 1000 veces y no guardar rencor que empañar tantos momentos mágicos con  una falsa sensación de dignidad mal entendida.
Me hiciste daño. Yo a ti seguramente de otra forma también, por no ser como imaginabas que sería… Da igual: somos nosotros. Somos así.
Y no somos los mismos que cuando nos conocimos. Nos hemos cambiado. Tú a mí y yo a ti. Y nosotros a otros y a otras. Y hemos cambiado para mejor en muchas cosas y para peor porque era necesario.
Teníamos que ver lo peor de nosotros para poder empezar a hacer algo con ello.
Y lo haremos, lo hacemos, ya ha empezado.
Podemos hablar sin reproches, sin odio, con dolor aún, con cierta angustia aún… pero con amor. Siempre desde ahí.
Amor de otro tipo, amor de querer bien. Amor de «te quiero» y amor de «¿estás bien?» y amor de «ten cuidado»… El otro, el de «te amo» incluso el de «te deseo»… el de «te quiero conmigo en mi vida»… ese no sabemos si llegará, si sigue aquí, si querrá salir o se irá para siempre… No sabemos porque iremos construyendo sobre algo nuevo. Sobre algo sin tacha, sin miedos, y sin reproches.
Y ahora, de momento, en este viaje, tú sabes que no estás solo y yo sé que te tengo, ahí al lado, que si te necesito, te tengo.

ACABO DE LLEGAR

Qué te voy a decir
si yo acabo de llegar
si esto es como el mar
quién conoce alguna esquina
Dejadme nacer
que me tengo que inventar
para hacerme pez
empecé por las espinas.

Nunca lo escribí en un papel
y nunca lo ha cantado mi voz
y tú ahora me preguntas qué hacer
Y yo que siempre voy detrás del error
que canto a lo que nunca tendré
al beso que ella nunca me dio
Dime tú qué puede saber
alguien que ha pasado la vida
buscando la melodía

Qué te voy a decir
si yo acabo de llegar
si esto es como el mar
quien conoce alguna esquina
Dejadme nacer
que me tengo que inventar
para hacerme pez
empecé por las espinas.

La vida es algo que hay que morder
y en cada boca tiene un sabor
tus huesos no los tapa mi piel
por eso siempre digo que no
ahora tengo cosas que hacer
que aún me queda media vida
para encontrar la melodía

Qué te voy a decir
si yo acabo de llegar
si esto es como el mar
quien conoce alguna esquina
Dejadme nacer
que me tengo que inventar
para hacerme pez
empecé por las espinas.

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