Si en otro post os hablaba de que quizás una de las claves de la felicidad es no necesitar al otro, hoy reivindico el derecho a echar de menos.
Porque es natural querer estar donde y con quien nos hizo sentir bien. Si echas de menos a alguien porque en algún momento fuiste feliz, díselo. Si siente lo mismo, poned solución, y si no…
Si no… quizás sea el momento de no vivir recordando experiencias pasadas si no creando otras nuevas.
¿Parece fácil verdad? 🙂
Si encontráis un atajo para ese proceso, contádmelo 😉