Seleccionar página

Me mirabas a los ojos

Me mirabas a los ojos, y decías que me veías. Que veías eso que nadie vio, lo que no enseño, lo que no muestro, incluso lo que escondo.

Cuando me mirabas a los ojos sentía que de verdad me conocías. Que no había que hablar, ni callar, ni explicar, ni ocultar.  Que todo estaba bien, que estaba en paz.

Me mirabas a los ojos y veía más que amor. O eso creía. Devoción decías,  y yo cerraba mis ojos porque no soportaba estar tan expuesta.
Como si ellos hablaran de mí sin estar presente yo.  Me sentí desnuda, por completo, como hacía tiempo. Quizás como nunca… o  como siempre.

Porque lo que soy  ahí estuvo siempre.
Quizás nadie miró antes que tú, quizás no les dejé .
Tus ojos preguntaban y pedían. Los míos solo respondían.

Y mis ojos que reían, que cantaban, que se abrían dilatados cuando todo era placer, esos ojos   que eran tuyos, porque todo te contaron, acabaron por llorar.
Y lloraron como nunca. Lloraron lo pasado, lo presente, el futuro ya inexistente. Lloraron lo que hubo y ya no vuelve, lloraron mi orgullo, mi vergüenza y mis deseos. Lloraron como a muerte.
Qué agonía, llorar como de muerte estando viva. Sentir que se nos van las ganas  y la vida.
Lloré porque me dejaste, lloré porque me engañaras, lloré porque me dijeras que me quieres sin besar mi boca. Lloré por quererte y por querer quererte. Lloré porque no te odiaba, lloré porque te justificaba. Lloré por buscarte como loca sabiendo que, aunque lo negaras, la gran distancia entre nosotros para ti era poca.
Lloré por aceptar que me olvidaste, aún lloro si lo pienso algún instante.

Ya no lloro por amor, lloro de pena. Lloro de sentir que pierdo algo que tanto de mi se lleva. Tanto que te di y que se pierda.
o quizás no…
Quizás lo que queremos, de algún modo, el amor que se nos sale por los poros, un día vuelva.
En forma de otro amor, o de ninguno, en forma de querernos como somos. En forma de saber que todo dimos, sin excusas, sin reserva.
Que los ojos que brillaban al mirarte, eran verdad, aunque te duela.
Y que sepas que por siempre en mi cabeza, en mi piel, en mi retina, en mi certeza está el saber que tú no sabes, cómo te quise a ti, a manos llenas. Que no había mar, ni océano que me impidiera llegar hasta tus ojos y mirarte. Decirte que «te amo»… aunque no lo merecieras.

Soy tu aire

Soy tu aire

Soy tu aire, aire que respiras
Aire que devuelves a mi aliento al exhalar
Soy tu aire, aire que revive
Aire que me impulsa como a un barco en alta mar
Soy tu aire, aire que te envuelve
Aire que alborota mi razón y mi mirar
Soy tu aire, aire que te llama
Aire de sirenas que te atraen con su cantar
Soy tu aire, aire de tu boca
Aire que me aplaca en mi furor y  tempestad
Soy tu aire, aire de deseos
Aire que te eleva empujándote a soñar
Soy tu aire, aire que  te quiere
Aire que pregunta, susurrando,
¿ tú también eres mi aire?
¿ Y  mañana?
¿ estarás?

Fuego

Fuego

Eres fuego
y yo nunca seré agua para ti

Soy de fuego
Luz para tu  oscuridad eterna
Fuego, calor, refugio, hogar , reposo

Soy de fuego
Voluble y traicionera
Fuego ardiente, vivo y peligroso

Soy de fuego
o me tomas o me dejas
o te apartas o te arriesgas

Sé tú viento
Que me avive si me apago
mi aire, mi complemento
Y prometo no quemarte
Salvo en esos momentos
en que la pasión desate

No seas agua
No intentes nunca  con tus gotas apagarme
pues el fuego, si se moja, ya no es fuego

Yo soy yo
Y sea yo, como yo sea
hada, bruja, virgen o ramera
Si me quieres y deseas
Que sea como yo  soy
Todas esas, muchas otras
forman mi Yo verdadera

Es mi fuego, mi pasión y mi condena
Si te quedas ya lo sabes
viento  sí
El agua fuera

Dímelo

Dime que me echas de menos
para saber que me piensas
Dime que vives por mi
aunque sepa que no es cierto
Dime que te hago daño
para conocerte más y evitarlo
Dime que me necesitas
aunque solo sea para besarnos
Dime que me amas
como tú sabes, sin palabras

Ojalá yo fuera viento

Ojalá yo fuera viento

Ojalá yo fuera viento
que silbara melodías que acompañen tu carrera
Ojalá yo fuera viento
ese aire que respiras y que corre por tus venas
Ojalá yo fuera viento
susurrándote que sigas, que yo te espero en la meta
Ojalá yo fuera viento,
para empujar con mi fuerza tu barco sobre la arena
Ojalá yo fuera viento…
Mientras tanto
Yo te silbo
Yo te exhalo
Yo susurro
Y si tú quieres… yo te espero

El último en todo

«No quiero ser el primero en nada
solo deseo ser el último en todo»

Separar amor de la sensación de posesión a mí se me antoja imposible.
Por eso cuando alguien te dice que hagas todo lo que quieras, que no dejes de ser tú, en ningún sentido, que no coartes tus deseos, ni tus sueños, ni tus proyectos, ni la forma de alcanzarlos.

Que no dejes de ser tú…  tus luces, tus sombras, tus aciertos, tus errores, hasta tus incongruencias…
Que vivas todo lo que hayas de vivir,
pero que al final del día, o del año, o de la vida,
estés ahí,  extiendas tu mano, y toques la suya, la de  esa persona contigo.
Que sea tu final, tu meta, tu descanso del guerrero…
Pues si te dicen algo así,  no puedes evitar estremecerte.

Imagen del blog Lisichantal.wordpress.com

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies