Bizarre Love Triangle-Versions
La original
Versiones
Escoged <3
La original
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Escoged <3
Solo, hilando recuerdos que hablan de ti,
solo, escupo el silencio que brota en mí,
lloro e invento lamentos
que disfrazan verdades que encuentro.
miento y escondo la angustia al descubrir que miento,
por la cobardía que vive en mi,
lloro y asumo en silencio
los errores que tuve y enseñan saber.
es mi soledad, la que me insulta pegada a mi piel,
la que me grita tienes que aprender, es mi soledad.
es mi soledad la que no quiere ser, la que tiene el rencor,
la que me lleva siempre a suplicar
por esos versos y caricias que me enseñó tu amor.
es mi soledad la que se deja ver, la que me hará aprender,
la que me lleva siempre a recordar
lo que es la amarga, pura y dura, soledad.
es mi soledad.
frío que siento perfecto, consuelo de tontos,
orgullo de necios, palabras sin fondos,
mi ahogo es sincero, en el mar de mi alma en deshielo.
tiempo, rimando los versos, que pierden sin tus besos,
me entrego al recuerdo, sufriendo si pienso
y cansado me espero a que el tiempo lo cure
y me lo haga saber
es mi soledad la que me insulta, pegada a mi piel,
la que me grita tienes que aprender, es mi soledad.
es mi soledad la que no quiere ser, la que tiene el rencor,
la que me lleva siempre a suplicar
por esos versos y caricias que me enseñó tu amor
es mi soledad la que se deja ver, la que me hará aprender,
la que me lleva siempre a recordar
lo que es la amarga, pura y dura, soledad.
es mi soledad.
por más que lo intento, no entiendo.
por más que lo siento, por más que me acuerdo,
por más que me enredo, sin más que en silencio
me acuerdo de ti.
Esta canción siempre me hace llorar porque me recuerda a Altair.
Hay tantas cosas que siento ahora tan parecidas que me siento indigna y molesta y enfadada conmigo mismo por ello.
Perdona mi precioso bebé… porque volví a reír tras tu ausencia… y volví a llorar por cosas que merecen muchísimo menos la pena que tú.
A veces creo que de verdad ese fue el punto de inflexión… cuando perdí la fe y la esperanza en las personas que tenía cerca. Cuando empecé a darme cuenta de lo sola que en realidad estoy.
Cuando me cansé de ser quien era y me convertí en qué sé yo.
«Siento mi alma queriendo escapar»
Tan sencillo como eso
Con las ganas
Recuerdo que al llegar ni me miraste,
fui solo una más de cientos
y, sin embargo, fueron tuyos
los primeros voleteos.
Cómo no pude darme cuenta
que hay ascensores prohibidos,
que hay pecados compartidos,
y que tú estabas tan cerca.
Me disfrazo de ti.
Te disfrazas de mí.
Y jugamos a ser humanos
en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti.
Te deslizas por mí.
Y jugamos a ser dos gatos
que no se quieren dormir.
Mis anclajes no pararon tus instintos,
ni los tuyos, mis quejidos.
Y dejo correr mis tuercas
y que hormigas me retuerzan.
Quiero que no dejes de estrujarme
sin que yo te diga nada.
Que tus yemas sean lagañas
enganchadas a mis vértices.
Me disfrazo de ti.
Te disfrazas de mí.
Y jugamos a ser humanos
en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti.
Te deslizas por mí.
Y jugamos a ser dos gatos
que no se quieren dormir.
No sé que acabó sucediendo,
sólo sentí dentro dardos.
Nuestra incómoda postura
se dilató en el espacio
Se me hunde el dolor en el costado,
se me nublan los recodos,
tengo sed y estoy tragando,
no quiero no estar a tu lado.
Me disfrazo de ti.
Te disfrazas de mí.
Y jugamos a ser humanos
en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti.
Te deslizas por mí.
Y jugamos a ser dos gatos
que no se quieren dormir.
Me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos…
Y las palabras se me apartan,
me vacían las entrañas
Finjo que no sé, y que no has sabido.
Finjo que no me gusta estar contigo…
Y al perderme entre mis dedos
te recuerdo sin esfuerzo
Me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos.
¡Hola mundo!
¡A ver si esta semana le cambiamos el humor al corazón! (que falta nos hace)
Yo quiero aprender a tomarme la vida así…
Hoy quería escribir de imágenes y reflejos…
Y he empezado 4 veces este post y los he borrado otras tantas.
Estoy cansada, de muchas cosas, de casi todas las cosas en realidad. Hasta de escribir …¿escribir para quién?
¿Para quienes ya me conocen o eso creen ?…
Es curioso… cada día yo me sorprendo a mí misma… y me encanta cuando parecen saber no solo lo que hago y lo que soy, sino mis motivaciones detrás.
¿Qué sabe nadie? o mejor ¡Qué sabe nadie!
Escoge la versión que quieras de mi, la arrogante que pregunta soberbia, o la que clama, angustiada e incomprendida.
Seguramente soy ambas… o ninguna.
Como cantaba David Summers, soy de las que «todas las canciones les recuerdan algo».
Ya lo puse ayer en el post del blog «serio», la música, las canciones tienen un gran poder pues conectan directamente con las emociones, y al final eso es lo que somos: nuestras emociones.
Somos nuestras emociones y lo que hacemos con ellas, cómo las gestionamos o no.
El día que comprendamos todos esta verdad igual empezamos a caminar en el sentido correcto. Porque no «somos así», un patrón de conducta fijo, sino que dependiendo de nuestra emociones del momento y de cómo las gestionamos actuamos de forma diferente, siendo la misma persona. Y a veces somos cuerdos y a veces locos, a veces amables,a veces intransigentes, a veces nuestra mejor versión y otras… pues ya sabéis…
El caso es que ya he dicho muchas veces que las canciones de amor en general nos pintan una visión bastante tóxica del amor. Perpetuando lo de «muero sin ti», «eres mía» y cosas parecidas.
No es fácil encontrar una canción que describa el sentimiento de enamorarse con el romanticismo que queremos pero sin caer en clichés digamos «complicados», aunque como las meigas, haberlas haylas.
Esta canción aparte de ser preciosa que lo es, me gusta mucho por lo que expresa:
Porque enamorarse sí tiene ese componente de pequeña locura («cabeza dando vueltas»,) de poner tu mundo del revés, de vértigo («estoy mareado, no sé qué me golpeó») o de parecer que estás en un medio peligroso y desconocido («cabeza bajo el agua «) pero donde a pesar de todo te encuentras feliz.
Me gusta cómo expresa esa sensación de shock en positivo. Porque creo que esa es la clave: te hace sentir bien.
ME gusta que se alabe la inteligencia, una mente maravillosa, la magia, el misterio, incluso la «locura».
Me encanta que se alaben las curvas , todas, incluidas esas de más, y los bordes, aunque estén más allá de los cánones, y las perfectas imperfecciones.
ME encanta que se vea la belleza incluso en el llanto. Porque reír es fácil, pero una no llora con cualquiera, y si quien te ama te ve bella hasta llorando, es decir, hasta con tus motivos para llorar, eso es precioso. Y es reconfortante saber que te sostendrán aunque el mundo te derrote. Creo que eso es amor. Esa idea de incondicionalidad, de que pase lo que pase, no estás sola.
Me gusta cuando dice que es su perdición y su musa. Porque cuando amamos tenemos esa doble sensación de sentirnos inspirados, impulsados hacia adelante y a la vez con ganas de dejarlo todo, que nada es tan importante, que esa distracción merece la pena.
Y me encanta el título: Todo de mi ama todo de ti.
Si queremos a alguien queremos el pack completo.
Por supuesto se limarán cosas, eso también es amar, estar dispuesto a ceder en ciertas cosas para el bienestar de quien amas y que él haga lo propio, o sea, favorecer la convivencia. Pero básicamente amar es conocer TODO lo que esa persona es, y amarlo. No hay que amar lo que no nos gusta, es evidente, pero entender que eso también es parte de lo que sí nos gusta.
Si yo dejo de ser vanidosa y cabezota, no soy yo. Si me quieres y me quieres recatada, discreta y sumisa, no me quieres a mí.
Y si quieres de ese modo, «incluso si pierdes, ganas». Porque por fin dejas de querer un ideal, una ilusión de lo que esa persona es y quieres la realidad de lo que esa persona es.
Entiendes que se ha mostrado de verdad, con «sus cartas sobre la mesa» y en vez de enfadarte porque no te gustan, aceptas que desde esa sinceridad, desde ese «arriesgar todo» se puede llegar a un buen puerto.
Y ahora… os dejo disfrutar con la canción… disfrutad la melodía, la voz… y no penséis demasiado en ello… eso ya lo hago yo. <3
He escrito ya muchas veces sobre mis defectos.
No voy a repetirlos porque tampoco creo que sea positivo centrarme en ellos, y porque la verdad es que visto el patio, quizás no son tan malos como yo misma creo.
Al final parece que la sinceridad no siempre está bien vista y la gente prefiere regodearse en lo que tú misma dices de ti, sin entender que no lo dices orgullosa de ellos, sino para tenerlos en mente y mejorar, antes que en tus cosas buenas…
Pero vaya que hoy, tras otro cúmulo de decepciones varias (tengo un máster ya en decepciones personales), he decidido reírme de mi misma un poquito.
Esta imagen me la ha mandado una amiga porque yo siempre digo que si fuera una superheroína me pediría WOnderWoman, por varias cosas, sobre todo por su origen...
Así que ahí, está WonderNohe
Para recordarme que todas lo somos, o podemos serlo por momentos, incluida yo con mis meteduras de pata.
Por cierto esas cejas son imposibles… XD
Hoy me han dedicado esta canción.
Una querida amiga con la que comparto entre otras cosas, el amor por la música y las canciones.
Llevo unas semanas pensando mucho en el «amor», en las relaciones, en las parejas, en el deseo, en todo lo que hace que hombres y mujeres busquemos la compañía del otro.
¡Qué difícil es!
Quiero, no me quieren, me quieren, no quiero, quiero más de lo que me quieren, no me quieren como yo quiero, quería y ya no quiero, me quisieron y me dejaron de querer…
Hay tantas variantes, posibilidades infinitas.
Es tan fácil que no sea perfecto.
Queremos desde el vacío
Desde la necesidad
Desde la desesperación a veces
Desde la idealización
Desde la resignación
Desde el dolor
Desde la soledad
Desde el miedo
Desde la ignorancia
Pero muy pocas veces desde la plenitud
Y así es difícil que funcione bien ese engranaje.
Dos piezas tan diferentes, queriendo ser un único movimiento.
Y nos hacen daño, y hacemos daño, a veces queriendo y a veces sin querer. A veces es inevitable, otras con alevosía.
Pero lo peor, es esa sensación que dice la canción. De darse cuenta después de que si ya no tenemos algo no es porque no surgió o no fue bien, sino porque la cagamos
Así, con todas las letras y sin poesía: LA CAGAMOS
Y hay cosas olvidables y perdonables y comprensibles
Y otras que no lo son
Si pasas la barrera, la cagaste
Y puedes cabrerarte, llorar, amenazar con morirte, insultar, hacer daño, planear vengarte… puedes jurar en hebreo, pero cuando has pasado esa barrera, cuando no es que hayas metido la pata, no, cuando la cagas, es el fin.
Bisbal canta :
…Tu, una estrella fugaz,
un fragmento de sol se desvanece.
Sol, quien te mira pasar, deseando olvidar y no amanece.
Seguramente la cagó.
La mala noticia es que si ella de verdad era luz, nunca volverá a esa cama, por respeto a si misma.
Y la buena… es que sí amanecerá.
No hoy, ni mañana, ni dentro de un mes probablemente.
Yo llevo más de un año creyendo muchos días que no amanece.. pero sí amanece.
HE vivido amaneceres, y los volveré a vivir.
Con mis recaídas, con mis dudas, con mis batallas personales…
Si tú que lees esto, eres de los que la has cagado, hazte un favor:
asúmelo, discúlpate (o no, ) pero sigue tu camino y no remuevas más la mierda que tú mismo has creado.
Si eres de l@s que creen que fue el otro el que la cagó, el consejo es el mismo: sigue tu camino y no remuevas la mierda. Porque la haya cagado quien la haya cagado, es mierda. Y mancha y huele mal a todo el mundo.
Yo que he vivido las dos situaciones, no tengo una solución mágica. Oigo canciones, escucho las letras, a veces sonrío, a veces lloro. Escribo siempre, a veces lo publico, otras no. Me desahogo entre amigas… y sí, alguna vez fantasea una con «volver al pasado»… pero afortunadamente una ya es mayorcita y aunque soy de letras, lo que sí sé, es que el pasado… nunca vuelve.»
Me regaló la luna
Desde su proa invisible
Me regaló la lunaLa que no alcanzaba a ver
Desde mi cuarto en penumbra
La que no alcanzaba a ver
En mi sombra profundaMe regaló la luna
Desde su proa invisible
Me regaló la lunaMe la envolvió sin papel
Me la mandó con premura
Me la envolvió sin papel
Con un lazo de ternuraMe regaló la luna
Desde su proa invisible
Me regaló la lunaMe ha prometido volver
Otra noche a ver la luna
Me ha prometido volver
A admirarla en su hermosuraMe regaló la luna
Desde su proa invisible
Me regaló la lunaY yo le aúllo a nuestra luna:
Diosa blanca de la noche
Esa noche en esa proa
Cuando yo esté junto a él
Esa noche, por favor, no alumbres
Me regaló la luna
Desde su proa invisible
Siempre mía, nuestra luna
Quiero besarte
Ver tu boca abrirse hacia la mía
Saber a qué sabes
Tocarte sin manos, con mis labios
Oler el deseo al acercarme
Y Oír el sonido de tu aliento al separarme
En octubre espero ir a Sevilla de nuevo… y Sevilla para mí siempre irá ligada a un recuerdo de alguien especial.
Y a esta canción …
Y ahora
Escúchame, si estás ahí quiero que sepas,
que esta canción nace de ti por ser la dueña;
la dueña de mi inspiración,
la que despierta en mi la voz
dando sentido a todo lo que no lo tiene.
Me paro en este renglón
pa’ decirte que te quiero.
Escúchame, si estás ahí quiero que sepas,
que sigo aquí sintiéndote
con este miedo porque no aguantes
y el corazón se te distraiga por momentos,
y te olvides de mi.
¡Qué envidiosa la distancia! también
quiso formar parte de lo nuestro.
Y ahora que mi canción te toca,
que tiembla de emoción,
que sus palabras cuentan como locas.
¡Extrañarte!
Y ahora si ves como te lloran, acuérdate de mí,
necesito tanto verte…
Escúchame, si estás ahí quiero que sepas,
que no te olvido,
que no hay distancia que nos detenga,
que a veces caigo en el recuerdo
de tus manos con mis manos,
y me hacen sonreír, así me siento feliz
dentro de esta tristeza.
Y ahora que mi canción te toca,
que tiembla de emoción,
que sus palabras cuentan como locas.
¡Extrañarte!
Y ahora si ves como te lloran, acuérdate de mi,
necesito tanto verte…
No te preocupes mi vida,
camina tranquila
lo sé no hace falta que digas,
sí lo sé, sí lo se, lo sé…
Y ahora si ves como te lloran, acuérdate de mí,
necesito tanto verte…
Hoy he llegado a esta canción que no conocía buceando por Youtube (que es uno de mis hobbys)
He oído la versión original de Bruno Mars y esta cantada en femenino por Madilyn Bailey.
He estado pensando en cómo tras una ruptura o un abandono, en general en cualquier proceso de duelo) nos ponemos a pensar en los
» y si… » o en los «debería (s) haber hecho tal o cual cosa».
A toro pasado es fácil ver los errores… bueno, o no, porque a veces seguimos repitiéndolos una y otra vez, pero ese es otro tema.
Quiero decir que normalmente nos ponemos a pensar en por qué se ha llegado a ese punto, por qué algo que se empezó con ganas y deseo de pronto acaba.
Dando por supuesto (que también es mucho suponer) que ambas partes eran sinceras en expresar lo que sentían, a nadie se le acaba el amor de un día para otro. Así que sea quien sea quien decida poner fin, ambas partes han contribuído a llegar a ese punto. Sea por acción o por omisión de acción.
En la canción los reproches son no haber comprado flores o salido a a bailar. Serán cosas tontas, pero al final lo que muestra es que lo triste cuando estás con alguien es no saber qué son sus flores o sus bailes.
Si yo quiero flores y bailar y la persona que se supone me ama no se da cuenta , es que no me está escuchando o me mira pero no me ve. Que no me conoce.
A veces nos enamorarmos de la idea que tenemos de lo que la otra persona es, y cuando el tiempo y las circunstancias nos van mostrando la realidad, puede que no nos guste tanto como pensábamos y prefiramos quedarnos con ese ideal antes que con el verdadero yo del otro.
Entonces no es amor. O al menos no el amor que hace que se siga juntos.
El amor no es un buffet del cual puedo coger lo que me apetezca de toda la oferta y desechar lo que no me gusta. Las personas no somos un conjunto de piececitas que poner y/o quitar.
Cuando se tiene algún tipo de relación es normal hacer concesiones para agradar al otro o para favorecer la convivencia, ya que no hay dos personas iguales en todo. Es normal y hasta deseable intentar evitar las cosas que desagradan. El problema es cuando lo que desagrada del otro es parte de su propio ser.
Si algo intrínsecamente mío le es insoportable a otra persona nunca podrá ser mi amigo íntimo, ni mi amante, ni mi pareja.
No es ni bueno ni malo, es así.
Porque la alternativa es entrar en el juego de «desdibujarnos» para ser como el otro espera o se imagina o sueña o desea. Da igual.
SOMOS COMO SOMOS.
Y no podemos ni debemos acoplarnos constantemente a las expectativas del otro.
A veces se nos sugerirán cambios que de verdad sean positivos para nosotros, ya no solo para la relación de pareja, y eso es parte del crecimiento personal. Aceptar sugerencias y opiniones externas. Pero el cambio, mejor dicho, el deseo de ese cambio, ha de producirse desde dentro, no obligados desde fuera,
Nadie cambia de verdad si no quiere.
Nadie convierte a nadie en algo que no es.
He conocido gente que ha vivido cierta filosofía de vida por agradar, porque estaba de moda o incluso porque intelectualmente estaba convencida de que era lo mejor. Pero si en su interior eso no concuerda con la persona que es realmente, acabará estallando. Y muy probablemente de forma violenta, hasta con ira, hacia aquello que un día defendía y contra quienes siguen en ese camino.
Pero ese odio no es hacia los otros, sino hacia uno mismo por haberse perdido el respeto y estar donde no se quería estar. Lo que sucede es que reconocer ese enfado con uno mismo suele doler demasiado, y es una emoción tan fuerte que por querer sacarla de nosotros sin enfrentarla la proyectamos hacia fuera con violencia. Así que lo más fácil y lo más común es lanzarlo contra el o los otros.
Pero volviendo al tema de las relaciones de pareja. Es tan antiguo querer cambiar al otro que ya la mitología clásica nos cuenta la historia de Pigmalión:
El rey de Chipre, buscó durante muchísimo tiempo a una mujer con la cual casarse. Pero con una condición: debía ser la mujer perfecta. Frustrado en su búsqueda, decidió no casarse y dedicar su tiempo a crear esculturas preciosas para compensar la ausencia. Una de estas, Galatea, era tan bella que Pigmalión se enamoró de la estatua.
Lo que ocurre es que las personas no somos cera sin forma dispuesta para ser exactamente lo que el moldeador quiere. Todos traemos ya nuestras propias formas y pliegues y recovecos, en el cuerpo y en el alma. Y ni con intervención divina podemos obviar nuestra propia carga emocional ni vivencias para convertirnos en la Galatea de los sueños de nadie.
En la versión para el cine de esta obra, My Fair Lady, que nos parece una historia muy romántica, si la analizamos no con demasiada profundidad, en el fondo lo que se nos cuenta es que la verdadera Eliza no era interesante para nadie, mucho menos capaz de enamorar al sofisticado profesor Higgins.
Este la somete a un arduo proceso de transformación para ser, por fin, digna de su atención, admiración y amor.
Y yo me pregunto.. ¿es esta de verdad Eliza?
No concibo, como Higgins, el amor sin admiración, pero si para admirar a una persona hay que cambiarla por completo, negando incluso lo que es, o lo que ha vivido que la ha hecho ser lo que es hoy… eso no es amor. O esa no es la persona de la cual enamorarme. Es el mayor de los egoísmos.
Es usar a una persona como recipiente de mis expectativas. Es despojarla de lo que es de verdad para que sea como yo quiero que sea. Y eso es cosificar mucho más que usar su imagen sexy en una valla publicitaria.
PD: No nos cuentan cuánto tiempo «vivieron felices» Eliza y Mr. Higgins antes de que los reproches empezaran a aparecer en sus vidas.
Habrá que tener cuidado con lo que se pide …
(…) Hoy le pido a la luna, que me alargue esta noche
y que alumbre con fuerza este sentimiento
y bailen los corazones
y aunque entiendo que tú
serás siempre ese sueño que quizás nunca podré alcanzar
Y hoy le pido a tu ángel de la guarda, que comparta
que me dé valor y arrojo en la batalla pa ganarla.. (…)
Les descubrí hace un par de noches… y les he visto al menos 20 veces estos días.
Siento fascinación por las relaciones padre-hija, seguramente porque me encantaría tener algún recuerdo de ese tipo.
Veo a mi hija con su padre, esa casi adoración que sienten el uno por el otro y me digo que todo merece la pena.
E intento recordar alguna escena de complicidad con mi padre en mi infancia y solo tengo una, muy breve, de un día con una bici.
Una.
Una escena difuminada y breve en mi memoria.
Y la niña que debía adorar a su padre me mira con cara de tristeza preguntándome por qué. Por qué ella es adorable para tanta gente y no para su propio padre.
Y yo la abrazo y le digo que no es culpa suya. Que algunos padres sencillamente son incapaces de dar a los hijos lo que estos necesitan. Quizás porque no lo tienen. Porque no quieren. Porque no saben.
Da igual ahora.
Ahora nada de eso importa.
Ya pasó el rencor.
Solo tengo un deseo: que mi hija ( y mi hijo obviamente) tengan momentos como el del vídeo compartiendo pasiones e ilusiones con su padre. Que estén orgullosos mutuamente y que yo les vea y me diga que todo está bien, que todo mereció la pena.